Sus amigos siempre quisieron saber quién era el padre de los hermanos Takami. Sabían muy poco de él, y las cosas que ellos habían contado daban a entender que definitivamente no era el padre del año. Sin embargo, tenían curiosidad por conocerlo, en especial Wakasa.
Ese día se habían reunido en la casa de Seiju para celebrar su cumpleaños. El universitario se encontraba tan feliz. Su vecino adolescente y sus dos mejores amigos jugaban a la consola sentados en el suelo, era divertido verlos maldecir y reír. Los hermanos Sano estaban sentados en el sillón con Mitsuya frente a él, a su lado se encontraba Wakasa sosteniendo su mano sin ninguna vergüenza lo cual le encantaba. Sus dos mejores amigos estaban en la cocina con su pequeña hermana tratando de cocinar algo sin quemar la casa en el proceso.
Todo perfecto, pero nunca duraba para él, pues la suerte lo despreciaba.
Todos saltaron cuando la puerta fue abierta de golpe, tras ella entrando un hombre de estatura media y delgado. Su cabello era blanco, estaba sucio y desordenado, y su ropa estaba desaliñada. Se alertaron al instante de ver a aquel desconocido.
─¿Qué haces aquí, Vlad? ─con gran irritación, el Takami se levantó del sillón dejando sus amigos atrás, que miraban todo con confusión menos las personas en la cocina, alarmados por la presencia del mayor de ellos.
Cuando Vladimir y Seiju estaban en un mismo sitio todo iba a mal.
─¿Así saludas a tu padre? ─farfulló el hombre, que también se veía molesto cerrando de un portazo que logró sobresaltando al resto. El bicolor se detuvo a unos metros del hombre con sus puños apretados a sus costados
Pasó por el lado de su hijo sin siquiera mirarlo adentrándose al hogar hasta la albina, que miraba todo asustada. Tomó la muñeca de su hija y tiró de ella.
─Nos vamos, Ezemi.
─Espera ahí ─Sei se colocó frente a la puerta con su ceño más que fruncido, todos observaban con conmoción la repentina situación ─. La estas lastimando, déjala ir.
El hombre rió sin gracia finalmente mirando al chico.
─Tu madre falleció, niño estúpido ─le informó sorprendiendo a todos, la Takami hizo una mueca de dolor mientras trataba de soltarse ─. No me importas tú, pero Ezemi vendrá conmigo...
─No te la vas a llevar ─habló con pausa acercándose a su padre, metiendo su mano en el bolsillo del hombre que retrocedió mirándolo con odio.
Seiju quiso morir, la rabia corriendo todo su ser tras tomar el contenido del bolsillo de su padre y observarlo.
─La matarías por el camino ─le acusó señalándolo ─. ¡Estas borracho, Vlad! ¿¡Y ésto!?
Levantó su mano, la cual sostenía dos frascos de pastillas y un sobre pequeño transparente.
─¿¡Oxicodona!? ¿¡Xanax!? ─agitó el contenido con claro enojo ─ ¿¡Y ahora metanfetaminas!?
─¡Ese no es tu maldito problema!
─¡Lo es porque estas poniendo en peligro a mi hermana! ─lo empujó haciéndolo retroceder algunos pasos y separarse de la chica, finalmente soltando su muy lastimada muñeca.
Seiju se apresuró en ponerse frente a la albina ocultándola con su cuerpo. La joven sostuvo su muñeca conteniendo las lágrimas que amenazaban por caer.
Sus amigos se mantuvieron congelados sin saber qué hacer realmente. La situación era confusa, la información que habían captado logrando horrorizar a algunos. Manjiro hizo amago de moverse para buscar a Ezemi siendo detenido por Izana, que sostuvo su brazo con fuerza casi dolorosa sin dejar de observar la escena, paralizando a su hermano.
ESTÁS LEYENDO
detention➨ s. manjiro
FanfictionParte I. Detención w. Sano Manjiro! I. Sano Manjiro odiaba su situación actual. Ser obligado a asistir a detención durante su último año no estaba en sus planes, aunque era eso o perder su tan amada motocicleta. Su humor era pésimo tornándose en alg...