IV.

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Esa tarde no se encontraba tan irritado como de costumbre. Draken lo observaba escribir sus respuestas de las preguntas de Historia sentado a su lado con curiosidad. No lo había visto comer dorayakis, por lo cual no entendía a qué se debía que no se encontrara molesto.

─Oi, Mikey.

─Sí, Kenchin, por favor.

Lo miró con confusión, luego rodando sus ojos. ─No, no nos escaparemos.

─Entonces no digas nada ─masculló el más bajo.

Se equivocó, si se encontraba molesto, pero no tanto.

Se mantuvo silencioso observándolo escribir a la espera de la campana, pronto la misma sonando. Rió por lo bajo al verlo refunfuñar con molestia y guardar sus cosas. Como ya era costumbre, lo acompañó hasta la puerta de detención, luego siguiendo su camino.

Ese día saldría con Emma, así que debía buscarla entre tantos estudiantes.

A los minutos llegó cierta chica de segundo, la cual llamó la atención de todos los estudiantes en detención al encontrarse empapada de pies a cabeza. No traía su usual sonrisa radiante, solo le regaló un saludo al maestro antes de sentarse junto a Mikey, que la miró con curiosidad.

─¿Llovió?

La albina miró al rubio a su lado, luego sonriendo y negando con su cabeza. Su cabello estaba pegado a su rostro y cuello por la humedad, almenos ya no goteaba agua como antes, pero el frío calaba todo su ser.

─No, solo fue una broma de mis compañeros ─se encogió de hombros dejando la mochila sobre la mesa. Rebuscó en la misma sacando la misma caja de la última vez ─. Esta vez hice de matcha, espero les guste, Manjiro-senpai.

El nombrado suspiró quitando su chaqueta y extendiéndolo en dirección a la joven, quien lo miró con confusión. ─Tu camisa se trasparenta.

Se miró a sí misma notando el sostén rosado bajo su camisa abotonada blanca. Al instante tomó la chaqueta sonrojándose hasta las orejas, se la colocó y cerró los botones para cubrirse.

─G-Gracias, Manjiro-senpai...

No respondió, se limitó a tomar una de las galletas de color verde y saborearla. Se sorprendió una vez más por el sabor del dulce, sabía incluso mejor que las del día anterior.

─Eres buena para haber quemado Economía Doméstica.

─¡Y-Yo no quemé...! ─la miró refutarle con una sonrisa en su rostro, se veía adorable ─. No es justo, aún no me ha dicho por qué viene a detención.

─Mala conducta, eso es todo ─se limitó a responder.

─¿Mala...? ¿Qué tan mala conducta puede tener como para tener detención un mes?

Su inocente pregunta lo hizo reír recordando una vez más el enorme detalle que aquella chica desconocía por completo con quién hablaba. No lo admitiría, pero era relajante por una vez solo ser un desconocido y no el temido Invencible Mikey.

─Bastante mala, al parecer ─Ezemi lo miraba sin dejar de sorprenderse cuando él sonreía ─. Aunque, en mi opinión, es mejor a quemar Economía Doméstica.

─¡Que no quemé Economía Doméstica! ─se quejó haciéndolo reír una vez más.

Talvez no era tan malo detención, después de todo.

─Lo que digas, Emi.

Lo miró con sorpresa, un sonrojo cubriéndola. Era la primera vez que había usado ese apodo que le había dicho usaría, el cual además de ser una corta versión de su nombre también significaba 'sonrisa'.

─N-No es gracioso, Manjiro-senpai.

Aún le costaba acostumbrarse a ser llamado por su nombre por alguien que no fuera su familia, sin embargo lo prefería así. De esa forma, mientras estuvieran juntos en detención, ella no se enteraría que él era el famoso Mikey.

─Para mí lo es ─tomó otra galleta recostando su espalda de la silla sin dejar de observarla.

─Es malo ─protestó la más baja ─. Por cierto, le conté a mi hermano que tenía una CB250T y casi le da un infarto ─cambió de tema al recordarlo ─. Es de sus modelos favoritos.

─¿Seiju, dijiste? ─interrogó, ella asintió ─. Tiene buenos gustos, entonces.

─Así es ─admitió la menor asintiendo, Mikey pudo notar que sus labios comenzaban a ponerse morados por el frío que debía sentir al encontrarse empapada ─. ¿Tiene hermanos?

No lo admitiría, pero comenzaba a preocuparle el estado de su kohai.

─Tres, dos mayores y una menor ─respondió sin más, Ezemi se sentía aliviada de que cada día que pasaba el chico era menos cortante con ella ─. El mayor de nosotros se llama Shinichiro, es diez años mayor que yo. Luego está Izana, tres años mayor. Emma es un año menor.

─¿Viene a esta escuela?

─Sí, está en el 2-A ─contestó ─. ¿Seiju es tu único hermano?

─Teníamos una hermana menor, pero ella falleció hace unos años ─explicó con tranquilidad para sorpresa del Sano ─. Ahora solo somos Sei y yo, somos muy cercanos. Es cinco años mayor que yo y siempre cuidó bien de mí, es la persona que más admiro.

Podía entenderla, una imagen de Shinichiro apareciendo en su cabeza. Por más que se enojara con él, Shin siempre sería la persona que más admiraba.

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Primera actualización, estoy muy feliz >u<

Espero les esté gustando mi historia, nos vemos el martes <3


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