VIII.

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TW: NON-CON

Ezemi tenía una clara expresión de miedo. Cualquiera que pasara podría notarlo. Dos chicos de su clase la acorralaban, uno de ellos tocamdo su cabello mientras el otro pellizcaba su mejilla.

─Ezemi-chan~

─Te ves más radiante hoy ─comentó el que tocaba su mejilla, luego bajando su mano hasta el manga que ella sostenía con fuerza ─. ¿Qué lees, Ezemi-chan?

No respondió. Él tomó el manga de golpe sobresaltándola y lo tiró a sus pies. Volvió a pellizcar la mejilla de la albina sin dejar de sonreír con suficiencia.

─Vamos, recógelo.

Quiso llorar en ese instante. Asintió con su cabeza con su mirada puesta en el manga y se acunclilló, luego sintiendo la mano tirar de su cabello con cierta fuerza que la hizo quejarse.

─Quédate ahí, preciosa~

Comenzaría a llorar en cualquier instante. Tomó el manga con su mano y pronto vió unos zapatos frente a ella. Le aterró la idea de ser otro de sus compañeros que solían molestarla, pronto descartando la idea.

─Suéltala.

Aquella voz la hizo levantar su mirada. Observó con sorpresa a cierto rubio de tercero, que miraba con enojo al que sostenía su cabello. Ambos se congelaron al ver al mismísimos Invensible Mikey ante ellos con mirada vacía y seriedad. Era más que sabido entre pasillos que mientras él no sonriera, todos debían temer.

Y vaya que temían, no dudó en soltar el cabello de la albina retrocediendo.

─S-Senpai- ─tartamudearon con miedo,

─Cuando nos volvamos a ver, prepárense ─los miró a ambos erizando sus vellos ─. Créanme, volverán a saber de mí. Ahora, fuera de mi vista.

No lo pensaron dos veces, corriendo. Draken solo los miró ir con molestia preguntándose por qué no los golpeó ahí mismo, luego mirándolo notando que aquella chica era la misma de las fotos.

La ayudó a levantarse con su ceño ligeramente fruncido. La albina aún tenía sus ojos cristalozados pero no apartaba su mirada del rubio, confundida y sorprendida.

─¿Manjiro-senpai?

─¿Estás bien, Emi?

Hizo un par de conexiones rápidas en su cabeza. El incendio en Economía Doméstica siendo ella inculpada, la broma de mal gusto que terminó con ella empapada, su gran nerviosismo, su carencia de amistades y aquellas sutiles heridas. No le costó notar que eso era algo que había pasado antes.

─S-Sí, no te preocupes ─respondió abrazando el manga contra su pecho mirándolo ─. Gracias, senpai.

─¿Almorzaste?

La pregunta la confundió, luego negando con su cabeza. Mikey suspiró tratando de relajar la tensión en su cuerpo y estiró su mano tomando la pequeña muñeca de la albina entre sus dedos. Giró a Draken, que intercambiaba su mirada entre ambas personas.

─Nos vemos luego, Kenchin.

Para sorpresa de los otros dos, comenzó a caminar guiándola por los pasillos y dejando a su amigo atrás. La escena fue vista por bastantes personas, que no entendían el por qué de que el Invensible Mikey actuara de esa forma con la Invisible Ezemi.

─M-Manjiro-senpai ─lo llamó mientras le seguía el paso sin dejar de ver su agarre en su muñeca ─, ¿está bien que vayamos juntos?

─¿Por qué estaría mal?

─E-Es que las personas que pasan tiempo conmigo son molestadas por mis compañeros ─detuvo su paso logrando que él también se detuviera y la observara con sorpresa ─. No quiero que por mi culpa te molesten o lastimen, Manjiro-senpai.

Sintió tanta rabia en su interior. Sin duda iba a buscar a aquellos chicos y los golpearía hasta cansarse. ─Nadie me va a molestar ni lastimar, y nadie te volverá a hacer daño, ¿me oyes?

─P-Pero...

─No voy a permitir que te lastimen, Emi ─la interrumpió ganando su mirada cargada de sorpresa ─. Vamos a almorzar juntos, ¿sí?

Compartieron mirada por largos segundos en silencio. No lo había dicho, pero una increíble paz y alivio cubrió su pecho gracias a las palabras del rubio. Sus ojos se cristalizaron al instante mientras aquel sentimiento crecía. Cerró sus ojos y le regaló una gran sonrisa, las pequeñas lágrimas escapándose de sus ojos.

─Gracias, Manjiro.

La miró con tanta sorpresa. Esa sonrisa sincera que le encantaba admirar era acompañada por solitarias lágrimas que solo le dieron más razones para moler a golpes a aquellos que se atrevieron a lastimarla.

  

detention➨ s. manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora