Extra II.

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Izana miró el reloj en la pared mientras bostezaba. Mikey estaba acostado a su lado en la cama, ambos en el cuarto del mayor. Emma parloteaba emocionada rebuscando en el armario ropa para su hermano, una pila de la misma en los brazos de Ezemi que miraba con nerviosismo todo.

─¿A dónde dijiste que irían? ─le hermana pequeña preguntó con dos camisas en su mano.

─Carreras.

La rubia lo miró con molestia, luego suspirando. Habían pasado años desde la última vez que su hermano estuvo envuelto en temas ilícito, había cambiado para bien. Solo era una carrera, por lo cual no debía preocuparse demasiado.

─¿Quién tiene una cita en carreras ilegales? ─se quejó dejando las dos camisas en manos de su amiga.

─Mi hermano ─rió nerviosa la albina pasando su mirada entre los hombres a la chica frente a ella ─. Aún no entiendo por qué Kai-nii lo invitó, no sabía que eran cercanos.

─Solo salimos una vez porque Waka y Sei nos dejaron solos y hablamos un poco por texto, y por cierto, tutéame ─una sonrisa tiró de sus labios, aún esperaba a que le dijeran sobre su relación. Par de veces notó que Mikey hacía amagos de querer decirle, luego solo resignándose, lo cual era divertido y le causaba ternura ─. Recogerás todo el desastre, Emma.

─Ajá, lo que sea ─la nombrada quitó la ropa de las manos de la albina y caminó hasta la cama lanzándola sobre la misma, parte cayendo sobre ellos, que se quejaron pero no se movieron─. Buscaré algo para arreglar el desastre de tu cabello.

─Mi cabello está bien, mocosa.

Emma rodó los ojos saliendo en busca de sus cosas en su habitación dejando al par y el hermano mayor en la habitación en silencio. Ezemi tragó saliva tomando asiento en la silla del escritorio del mayor observándolos con duda.

─¿Izana-san?

El nombrado se dió la vuelta volviendo a bostezar usando el brazo de Mikey como almohada, pues el mismo se quedó con todas las que tenía, ambos somnolientos. La Takami pasó saliva enfocando sus manos sobre su regazo.

─Manjiro y yo estamos juntos.

Los dos cayeron sentados sobre la cama mirándola cohibidos. Se sonrojó aún más sintiendo las miradas, soltó una risa nerviosa.

─Él no sabía cómo decirle ─rascó su cuello ─. F-Fue el día de su cumpleaños, dos meses hasta ahora y yo... ¡estoy muy feliz por nosotros y espero que usted también lo esté!

Mikey pasó su mirada entre su novia y su hermano sintiendo el tinte rosado en sus mejillas, su corazón acelerado esperando alguna reacción por parte del mayor.

Izana los miró, luego sonriendo. ─Ya lo sabía.

Ambos jóvenes lo miraron con sorpresa, pasmados. Este volvió a recostarse finalmente logrando tomar su almohada sonriendo.

─Y ya te dije que me tutearas, después de todo... ─detuvo su mirada en la chica que seguía sorprendida ─. Somos familia, Zemi, y estoy feliz de que lo seamos.

El pelinegro observó sus manos sintiendo una calidez en su pecho. Sonrió sin poder evitarlo sintiendo un gran alivio dentro de él. Giró volviendo a recostarse sobre la cama rodeando la cintura del más alto enterrando su rostro en sus costillas. Izana abrió sus ojos de golpe, su corazón acelerándose. Sonrió sinceramente parando su mirada en la chica, que los miraba sonriendo. ─¿Te quieres unir?

Crispó sonrojándose, con duda se levantó. Escaló sobre la cama entre ambos colándose bajo el brazo del pelinegro abrazando ambas cinturas ocultando su rostro en el cuello de Mikey. Los tres sonrieron sintiendo una increíble paz en su interior.

─Gracias, aniki.

Izana cerró sus ojos tras sentirlos cristalizarse. Apretó sus labios abrazando con fuerza la almohada. Era la primera vez que le llamaba hermano. Habían pasado tantos años juntos y había pensado un par de veces que aún no lo veía como parte de su familia. Al comienzo se sentía como un intruso, sentía que no pertenecía.

Si Shinichiro no lo hubiera salvado, jamás hubiera regresado a casa.

─Ya tra... ─Emma se congeló en la entrada mirando a los tres sobre la cama, luego sonriendo ─. ¡Oigan, falto yo!

Los cuatro rieron mientras la rubia se lanzó sobre ellos envolviendo a los tres en un abrazo.

─Los amo, ¿sabían? ─la hermana pequeña comentó cerrando sus ojos.

Ellos también la amaban.

detention➨ s. manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora