XIV.

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Dejaron a los hermanos en la casa del mayor, quien no los dejó ir hasta que Wakasa le dió su número telefónico y prometieron cuidar su preciada Ducati. En el camino hubo silencio, Shin mirando por el espejo a su hermano sentado en el asiento de atrás.

─Eh... ¿Manjiro?

─¿Mhm?

Miró con curiosidad a su hermano sentado de copiloto y notando sus nervios. Sonrió con burla mirándolo.

─Etto, ¿tú y Ezemi...?

─¿Ezemi y yo...? ─le motivó a terminar su oración conteniendo su risa. Wakasa sonrió con diversión mientras se detenían en el tráfico.

─Ya sabes...

─No, no sé...

Mil colores subieron a la cara de Shinichiro cuando Wakasa rió. ─¿Te gusta esa chica...?

─Aún no nos conocemos tanto, Shin ─comentó sin dejar de sonreír ─. Aunque me gusta pasar tiempo con ella.

Asintió algo conforme con la respuesta. Aún tenía tantas preguntas que no se atrevía a decir en voz alta, mirando a Waka en busca de ayuda. Éste sólo rodó los ojos, las filas de autos avanzando un poco.

─¿Dónde estaban? ─el bicolor preguntó con su usual serenidad.

El rubio ni se inmutó, recostó su cabeza del cristal cerrando sus ojos. No le molestaban las preguntas y sabía que tarde o temprano le iban a preguntar sobre lo que habló con Seiju, lo cual le divertía por ver como direccionaban poco a poco la conversación para poder preguntarle.

─Vimos una película, una bastante mala, pero almenos nos divertimos.

─¿No era más sencillo decirnos?

─Le quitaría la gracia ─murmuró de forma infantil.

─Seiju-kun se preocupó bastante, ¿sabes? ─fue un sutil regaño hacia el menor, que solo se encogió de hombros.

─¿No lo consolaste profundamente? ─soltó con burla y claro doble sentido. Shinichiro se sonrojó al captar lo que quería decir su hermano, Waka rodando sus ojos una vez más preguntándose cómo aguantaba a tantas personas como ellos en su vida.

─No, no lo hice.

─Pobre Seiju ─abrió sus ojos mirando al bicolor.

Si lo iban a interrogar, él usaría esa oportunidad para molestarlos a los dos. Era divertido ver sus reacciones y las astutas respuestas del mayor de ellos. Admiraba eso de Wakasa, sabía responder.

─Es lindo, ¿no crees? ─ambos adultos notaban la clara provocación en las palabras del más bajo y el camino al que iba, irritando a Waka y dejando a Shin sin saber qué hacer ─, y muy joven, también. Son polos opuestos, se verían muy bien juntos~

─Diría lo mismo de tí y Ezemi considerando que son todo lo contrario ─opinó el bicolor ─. Una chica tan inocente con un chico tan peligroso, ¿buena mezcla, dirías tú?

Sí, era astuto. Más de lo que a Mikey le gustaría admitir. Había dado justo en el clavo como siempre lo hacía, leía muy bien a las personas y eso lo hacía tan peligroso como su fuerza.

─E-Eh, oigan ─Shin intervino sintiendo la tensión ─. Realmente tengo demasiada curiosidad y estoy apunto de volverme loco si no pregunto; ¿les gustan los chicos?

Silencio. El pelinegro se sintió aún más nervioso al no recibir respuesta, quería llorar, abrir la puerta y lanzarse a la carretera.

─D-Digo, n-no hay n-nada malo s-si es as-sí ─agregó riendo con nervios ─. Q-Quiero decir, n-no camb-bia el hecho q-que los quiero, ¿s-s-saben?

Más silencio, pronto siendo llenado por las risas de Wakasa y Mikey que lograron sobresaltarlo. Se sonrojó hasta las orejas tartamudeando aún más mientras los escuchaba reír, el ambiente alivianándose.

─Eres increíble, Shin ─su hermano comentó limpiando las lágrimas que se escaparon de sus ojos por la risa. Waka solo sonrió con diversión confundiendo al más alto.

─Siempre tan suave ─agregó su amigo avergonzándolo aún más.

─¡Oigan! ─se quejó el pelinegro arrugando su nariz.

─No lo sé, Shin ─el bicolor captó la atención de los otros dos.

─Já, tú sí vives en el closet ─le acusó el menor señalando al conductor, que rodó sus ojos ─. A mí me da igual, si una persona me llama la atención es en lo que menos pienso y ya y en mi defensa, jamás preguntaron.

─¡Pero soy tu hermano y no me dijiste! ─le señaló Shinichiro frunciendo su ceño.

─Nunca me ha gustado nadie lo suficiente como para comentárselos.

─Excusas ─hizo puchero cruzándose de brazos, luego mirando a través de la ventana ─. ¿Cómo supieron? ¿Hay una prueba o algo así?

─¿Curioso, Shin?

─¡N-No es eso! ─chilló sonrojándose.

─Yo una vez me besé con Baji en una fiesta.

─¿¡Eh!?

─Estabamos ebrios, ¿bien? Ni siquiera recuerdo si hicimos más...

─¿¡Y qué carajos hacían ebrio!? ─sentía que le daría un infarto, por lo cual respiró hondo ─. De todos modos, ¿también les gustan las chicas? No sabía que realmente era posible.

─Ya dije, a mi me da igual.

─A mí también.

─¿Los dos son bisexuales y jamás me enteré? Me siento ofendido.

─Oh, e Izana se coge a Kaku.

─¿¡EHH!?

detention➨ s. manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora