XX.

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Baji y Kazutora observaban con emoción a Emma maquillar a Ezemi. Ya su amiga estaba lista, no se negó a ayudar al par con su "regalo" para Mikey.

La albina no sabía cómo escaparse, toda la seguridad que sintió cuando se probó el vestido se esfumó. Estaba más que nerviosa, maldijo en su interior a sus dos amigos que tuvieron la gran idea de usarla como regalo para el cumpleañero.

─Creo que jamás he tenido una mejor idea en toda mi vida ─el pelinegro dijo orgulloso.

Seiju solo suspiró con cansancio esperando tirado en la cama de su hermana a que por fin pudieran ir a la tan aclamada fiesta, la cual según tenían entendido irían bastantes personas aunque tomaría lugar en la casa de los Sano. La mitad de ToMan iría, más todos los amigos de Mikey y Shin.

─Oye, ¿Waka irá?

─Obviamente ─Kazu respondió.

─Perfecto ─sonrió satisfecho ─. Avancen, quiero ver a Waka.

─¿Podrías dejar en paz al pobre Waka? ─su hermana interrogó rodando sus ojos.

─No, siguiente pregunta.

Emma rió al ver la expresión de irritación en su amiga. ─A Mikey le encantará verte.

─¿¡Verdad!? ─Baji exclamó emocionado.

─Aún pienso que llevar el listón de collar es algo exagerado.

─Aún pienso que no te pregunté ─se cruzó de brazos el pelinegro ganando una mala mirada por parte de su amiga.

Sí, amiga. Desde el día del centro comercial salieron cada día por horas, Chifuyu uniéndose también. Este último también le parecía dramático llevar a Ezemi como regalo, lo cual fue ignorado tanto por sus mejores amigos como por Emma.

─¿Le dirás hoy que te gusta?

─¡¡Emma!!

Seiju largó una carcajada junto a los otros chicos. Quiso enterrarse en la tierra y llorar por horas, también quiso matar a su amiga mientras esta le ponía labial glosseado rojo traslúcido.

─Es un secreto a voces, Zemi.

─¡C-Cállate!

Todos sabían de sus sentimientos por Mikey, y todos conocían los sentimientos de Mikey por ella. Era tan obvio que incluso molestaba no verlos admitirlo de una vez por todas.

Se colocó las botas negras con tacón que sus amigos le compraron y se miró al espejo. La confianza volvió, sorprendiéndose por su reflejo. El vestido junto a los zapatos se veían increíble. Si bien no tenía mucho pecho, su trasero resaltaba bastante al estar ajustado, detalle que tanto Baji como Kazu notaron, pronto ganando un golpe en sus nucas por parte del hermano mayor.

El delineado en sus ojos le encantó proponiéndose hacerlo más seguido y sus labios rojizos destacaban bastante. Tenía una gargantilla que tenía un lazo parecido al de los regalos también negro.

─Te ves ardiente ─Emma se detuvo a su lado abrazando su cintura y riendo. Ella tenía un vestido algo suelto azul y unos tacones negros, el cabello de ambas suelto. Se veían hermosas, no había duda.

─¿No creen que es mucho negro?

─Siempre vas de negro, igualmente.

─Tienes razón...

Seiju condujo su auto hasta la fiesta, ya había comenzado bastante tiempo atrás. La albina observaba la pequeña caja entre sus manos sintiendo su corazón acelerado y los nervios de punta. Cuando estuvieron frente a la puerta, la fuerte música del patio llenando sus oídos, algunas personas a las afueras, Ezemi hizo amago de darse la vuelta siendo tomada de cada brazo por los dos chicos.

La puerta fue abierta por Takeomi, que miró a los dos desconocidos extrañado, luego reconociendo a Emma y el par de amigos. Se preguntó por qué sostenían a aquella pobre chica que parecía querer huír, tampoco le dió importancia dejándolos a todos pasar.

Dentro de la casa no se escuchaba tan fuerte la música del patio, tampoco habían tantas personas como en ese lugar. Fue arrastrada por el par mientras la rubia buscaba a sus hermanos, pronto notándolos junto a Waka, Draken y Kakucho.

─Neh, Waka~

Los presentes miraron a Seiju, que saludó con una radiante sonrisa haciendo reír a Shin por sus primeras palabras, pronto notando al resto.

─Manjiro~ ─el par se detuvo junto al cumpleañero ─. Tu regalo especial: Ezemi.

Decir que estaba impresionado era poco. Estaba maravillado. Su corazón se aceleró, sus ojos bien abiertos por la sorpresa puestos en la chica, que fue liberada por sus amigos justo frente al chico. No supo que decir, el vaso rojo casi deslizándose de sus dedos.

Creyó que estaba soñando, se veía perfecta.

─F-Felicidades, Manjiro-senpai ─se sonrojó demasiado con el corazón en la boca, la caja pequeña aún entre sus dedos ─. No sabía que teñiste tu cabello.

─Perdí un juego de cartas ─se limitó a decir el ahora pelinegro sin dejar de admirarla.

─Diablos, esa era una buena idea ─Izana protestó por lo bajo, Baji le mostró su lengua victorioso pasando su brazo por los hombros de Kazutora para dirigirse al patio.

─Emi, te ves... muy hermosa...

─Gracias ─rió nerviosa estirando la pequeña caja negra. Él miró con curiosidad tomándola en su mano libre y conectando su mirada con la más baja, que le regaló una gran sonrisa.

─Bueno, ya viste tu regalo, y tu regalo te dió su regalo, así que iremos a divertirnos ─Emma envolvió su brazo en el de la chica alejándola del pelinegro.

─Creo que quedó flechado ─opinó Sei ganando un asentimiento de Draken.

Muy flechado.

detention➨ s. manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora