Nuestro Mejor Error <Bughead>

CUATRO

La rubia fue la primera en despertar cuando los molestos rayos del sol entrando por la ventana la alcanzaron. Abrió lentamente los ojos y se sentó sobre la cama sintiendo que su cabeza iba a explotar y sintiendo un dolor en su entrepierna. Sentía las piernas débiles y también le dolía el estómago. Notó que estaba desnuda y se cubrió con las sábanas.

—¿Por qué estoy desnuda?— Se preguntó ella en voz baja mirando a su alrededor, hasta que vio a Jughead a su lado y abrió los ojos como platos. —¿Jughead?—

El siguiente en despertar fue Jughead. También se sentó sobre la cama y se pasó una mano sobre el cabello. También sentía que su cabeza estaba a punto de estallar y miró a su alrededor, confundido. La verdad es que ninguno de los dos recordaba muy bien lo sucedido anoche. El alcohol se les subió a la cabeza.

—¿Betty?— Preguntó Jughead, mirándola. —¿Que pasó? Maldición... mi cabeza..—

—¡También me está por estallar la cabeza! ¡Me duele todo el maldito cuerpo y estoy desnuda!— Se quejó la rubia deteniéndose a mirar a Jughead. —Y tú también...—

—Eso sólo significa una cosa— Aseguró el chico.

—Ay no... Ay no... ¿Acaso nosotros..? ¿Tú y yo...?— Preguntó la ojiverde, mirándolo.

—No me mires. No sé cómo terminamos en tu casa y cómo terminamos teniendo sexo. Nisiquiera recuerdo qué pasó exactamente —

—Yo tampoco— Negó Betty. —Solo recuerdo que estaba en una fiesta con mis amigas. Toni se fue con Cheryl Blossom, Verónica se fue con Archie Andrews y después tu y yo nos hablamos —

—Si... estabas tomando mucho y yo me ofrecí a traerte... acepté tomarme unos tragos contigo y después no recuerdo mas...—

—Nos embriagamos y tuvimos sexo— Aseguró Betty, aterrorizada. —Ay no... Jughead...

Jughead suspiró y se puso de pie para recoger su ropa del suelo y ponérsela. —Lo siento tanto... eso no debió pasar—

—Perdóname a mi. Mis pensamientos no son muy claros pero creo que fue mi culpa— Se disculpó la ojiverde.

—No fue culpa de nadie. Los dos estábamos ebrios hasta no poder más y cuando eso pasa, nadie es muy consciente de lo que hace. Las personas ebrias hacen muchas tonterías — Alegó el ojiazul. —No tengas vergüenza. Yo no recuerdo nada —

—Yo tampoco pero enserio me duelen las piernas. ¿De que tamaño tienes esa cosa?— Preguntó la rubia, divertida.

Jughead rió. —Perdón. Entonces... me iré. Fue un placer verte de nuevo Cooper. Esta vez si nos hablamos —

—El placer fue todo mío y perdóname por lo de anoche. ¿Estamos bien?— Preguntó Betty.

—Claro. No ha pasado nada. No es la primera vez que paso una noche loca con una chica—

—¿Que? Yo no sabía eso de ti, Jughead — Admitió Betty, divertida.

—Bueno... adiós Betty Cooper— Se despidió el pelinegro sonriéndole levemente mientras salía de la habitación.

—Adiós Jughead Jones— Respondió Betty sonriéndole.

Jughead salió por la puerta de aquella habitación y Betty se puso de pie y corrió al baño a vomitar. Se sentía horrible gracias a la terrible resaca que tenía.

Y el chico, por su parte, salió de la casa de la rubia y entró a su auto. Suspiró pesadamente y tiró su cabeza hacia atrás. La resaca también lo estaba matando, pero no tanto como a Betty.