TREINTA Y UNO

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Ya en el hospital, Jughead tenía casi una hora en la sala de espera y cada minuto, cada segundo era una tortura interminable para el. No sabía en qué condiciones podría estar Betty tras el fuerte golpe de ese auto y por el hecho de que ella se quedó inconsciente.

Se supone que ésta noche iba a ser una noche que cambiaría sus vidas para siempre. Se supone que ésta noche él le pediría ante todos que fuera su esposa, porque es lo que él quería y lo que él sentía que faltaba en su relación.

Pero no fue así. Todo terminó mal. Ahora el nisiquiera sabía si estaba viva aún.

—¿Familiares de Elizabeth Cooper?— Preguntó un doctor sacando a Jughead de sus pensamientos.

Éste inmediatamente se puso de pie y se acercó a él. —Soy su novio. ¿Que pasó? ¿Ella está bien? —

—Creemos que sufrió una conmoción cerebral por el impacto del vehículo. Aún no lo tenemos muy claro y por eso es necesario practicarle varios estudios—

Jughead asintió sin entender nada. —¿Puedo verla?—

—Adelante. Si observa que perdió la memoria o si nota algo fuera de lo normal avise de inmediato— Avisó el doctor.

—De acuerdo. Gracias— Respondió Jughead entrando a la habitación en donde estaba Betty. La vio abrir lentamente los ojos y se sentó en un asiento a su lado. —Amor... estoy aquí— Susurró.

Betty abría lentamente los ojos y lo miró a él, confundida. —¿Que pasó? ¿Donde estoy?— Preguntó en voz baja.

Jughead suspiró. —Estás en el hospital. Sufriste un accidente pero ya estás bien. Te lo aseguro—

—¿Que?— Preguntó mirando a su alrededor, aún más confundida. —¿Pero como?—

—¿No lo recuerdas?— Preguntó Jughead temiendo por la respuesta.

Betty hizo un silencio, intentando recordar.—Estábamos en el White Worm y tú fuiste por unas cervezas. Estabas tardando mucho y cuando fui a buscarte... había una chica que al parecer estaba diciendo que tú y ella tuvieron algo—

—No hermosa. Yo jamás te engañé y no quiero que pienses tonterías ahora. ¿Recuerdas el accidente?— Preguntó el ojiazul.

—Solo recuerdo que tú y yo estábamos discutiendo y después no recuerdo nada más— Confesó la rubia. —¿Como fue ese accidente?—

—Shh... no pienses en eso Betty. Ahora lo importante es que te recuperes— Aseguró Jughead tomando su mano y sonriéndole.

En eso el doctor entró con varios papeles en mano a la habitación. —Hola Elizabeth. ¿Como se siente?— Preguntó.

—Siento que me pasó un auto por encima— Respondió. —Estoy muy confundida. No recuerdo lo que pasó —

—Y eso es porque usted sufrió una conmoción cerebral— Aseguró el doctor. —En este caso es normal no recordar el suceso que provocó la conmoción. Puede sufrir mareos, confusión, desorientación o fatiga—

—Pero estará bien... ¿Verdad?— Preguntó Jughead, preocupado.

—Por suerte si. Guarde reposo y no realice actividades. Pero lamento decirle, Elizabeth, que no podrá tomar nada para los dolores de cabeza por el momento—

—¿Por qué?— Preguntó la ojiverde, confundida.

—Porque usted está embarazada— Le contestó.

Jughead y Betty quedaron en shock mirando al doctor y luego mirándose entre ellos.

—Pero... eso es imposible— Negó la rubia.

Nuestro Mejor Error <Bughead> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora