CINCO

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Un mes después...

Verónica llegó a la casa de su mejor amiga y tocó la puerta. —¡Betty! ¡Ya estoy aquí! ¡¿Donde estas?!— Le gritó.

Al ver que no obtuvo respuesta, abrió la puerta, la cual estaba sin seguro. —¡Betty! ¡¿Estás aquí?!—

La pelinegra escuchó un ruido que venía de arriba y subió las escaleras. Escuchó a su mejor amiga en el baño y cuando entró, la vio vomitar en el inodoro.

—Por Dios Betty... ¿Aún te sientes mal? Te dije que fueras al maldito hospital — Reprochó Verónica.

Betty suspiró y se puso de pie, dirigiéndose al lavamanos para lavarse la cara. —Te dije que estoy bien. Ya se me...— Paró de hablar y volvió a vomitar.

—¿Ahora si me harás caso? Llevas bastantes días así. Cuando te sientas mejor voy a estar abajo— Avisó Verónica retirándose y dejando a la rubia sola.

Betty dejó de vomitar y se sentó sobre el piso, abrazando sus piernas. Hace muchos días que se estaba sintiendo así. Estaba mucho más cansada de lo normal, se pasaba el día vomitando y tenía mareos constantes.

Después de unos minutos, tomó aire y bajó hasta la sala en donde su mejor amiga la esperaba sentada en el sofá.

—Déjame traerte un poco de agua — Se ofreció Verónica dirigiéndose a la cocina. —¿Te sientes mejor?—

Betty asintió sentándose en el sofá, suspirando pesadamente.

—Te lo estoy diciendo desde hace muchos días y lo volveré a decir. Ve con un maldito doctor, Betty — Exigió Verónica llevándole el vaso con agua.

—Ya te dije que no va a ser necesario— Se negó mientras se tomaba el vaso de agua. —No me gustan los doctores —

—¿Cambiarás de opinión cuando estés por morir? Solo mírate. Te ves pálida. Te ves cansada, te mareas de la nada y vomitas todo el maldito día. —Hizo un silencio. —Yo diría que a lo mejor estás embarazada —

Betty empezó a ahogarse con el agua que estaba tomando y empezó a toser. —No... eso es imposible — Negó.

—¿Como puedes estar tan Segura? Estuviste con Jughead. Tuvieron sexo y seguramente no se cuidaron. No seas tonta Betty. Estaban ebrios y nisiquiera se acuerdan de lo que hicieron. Después de eso empezaste a enfermarte—

—Verónica... yo no estoy embarazada. Es imposible. Simplemente no puedo estarlo —

—¿Tan segura estás? ¿Y si no estás embarazada... que es lo que tienes?—

—No lo sé. Seguramente es anemia. Ya me pasó antes. O algo me cayó mal... no se—

—Dime una cosa, Betty. ¿Cuando fue la última vez que te bajó? Tienes un retraso... ¿Cierto?—

Betty hizo un silencio y empezó a jugar con sus dedos. —Puede que si... tal vez tengo un pequeño retraso pero eso suele pasar—

—Aja... ¿Pero de cuantos días de retraso estamos hablando?—

—Verónica, basta—

—Pero respóndeme Betty—

—¡No lo se!— Le respondió con los ojos cristalizados. —Nisiquiera recuerdo la última vez que me bajó. No sé qué me está pasando Verónica —

La morocha suspiró y se acercó a ella, abrazándola. —Prométeme que al menos te harás una prueba de embarazo —

—Pero...

Nuestro Mejor Error <Bughead> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora