NUEVE

760 42 66
                                    

—¡Ese bebé no tiene la culpa de nada y tampoco pidió que lo crearan! ¡Es tu hijo,maldita sea! ¡Es tu sangre! ¡Te exijo que seas un puto hombre de verdad y que te hagas cargo de tu hijo o hija porque ahora es tu responsabilidad!— Exigió la pelirroja agarrándolo de la camisa y fulminándolo con la mirada.

—¿Ya terminaste de gritar?— Preguntó Jughead mirándola fijamente.

—¡Claro que no!— Negó tomando aire para calmarse y volvió a sentarse frente a él. —Eres mi mejor amigo del mundo y te quiero pero... no voy a permitir que te deshagas de tu propio hijo—

—Cheryl, estábamos ebrios y no fuimos conscientes de lo que hicimos. Betty también está aterrada. Fue a mi casa, llorando sin saber qué hacer. Fue un error—

—¡Deja de decir que fue un error! ¡Que estúpido eres!— Le gritó y volvió a tomar aire para calmarse. —Mira... respóndeme una cosa— Le pidió. —¿Acaso ese pobre angelito les pidió a ti o a Betty que lo concibieran? ¿Los obligó a embriagarse y a coger?—

Jughead negó, con la mirada baja.

—Eso es. En resumen, no fue su culpa. Ahora mismo tu bebé seguramente es más pequeño que un maní. Es solo un bebé. Es una criatura inocente. Es un angelito que no pidió ser concebido Jughead. Entiéndelo. Es tu hijo, tu sangre. ¿Como puedes tener la maldad para pretender matar a tu bebé?— Preguntó la pelirroja, poniendo su mano sobre la del chico.

—No quiero matar a... mi bebé. Solo dije que tal vez eso sería lo mejor— Aclaró.

—¿Lo mejor para quien, Jughead? ¿Para ti? ¿Para Betty? Claro... eres un egoísta. Deja de pensar en ti por un momento y piensa en ese dulce angelito, tu hijo. Así que en este momento vas a ser un hombre de verdad y vas a responder por ese bebé. ¿Entendido?— Le preguntó la pelirroja mirándolo, seria.

Jughead también la miró y se quedó en silencio por un momento. —Creo que tienes razón, Cheryl—

—Es que yo siempre la tengo— Presumió con una sonrisa. —¿Y entonces?—

—Que tienes razón. Ese bebé no pidió que lo concibieran. No es culpable de nada. El culpable soy yo. Soy un estúpido. ¿De verdad pensé en pedirle a Betty que lo aborte? No... soy un completo imbécil— Se lamentó pasándose ambas manos sobre el cabello.

—En tu defensa... a veces estamos desesperados con algunas situaciones y decimos cosas que no debemos. Que bueno que hallas recapacitado y que admitas que te equivocaste. Es un gran paso. Recuerda que de ahora en adelante aún estás a tiempo de hacer lo correcto — Lo aconsejó.

—En este momento iré a hablar con Betty — Se propuso el ojiazul poniéndose de pie.

—Eso es, vagabundo. ¿Y ella que te dijo? ¿Que piensa hacer con tu bebé?—

—Ella me dijo que no sabía que hacer. ¿Crees que esté pensando en hacer alguna tontería?— Preguntó Jughead.

—No lo sé. Pero en ese caso ve con ella ahora mismo y explícale que si te harás cargo de su hijo— Sugirió.

—Claro. Cher, te amo. No sabes cómo te agradezco que impidieras que yo cometiera un terrible error contra mi propio hijo— Le agradeció acercándose a ella y besando su mejilla para luego abrazarla. —Enserio muchas gracias Cheryl —

—Para eso estoy, pitufo insufrible. Yo no iba a permitir que le pasara algo a mi futuro ahijado. Ahora vete y se un hombre. Le pondré un mensaje a Toni para que venga a hacerme compañía — Respondió la pelirroja sacando su celular.

Jughead la abrazó una vez más para luego salir corriendo de Pop's. Se sentía como un monstruo por haber pensado en deshacerse de su hijo.

No dejó de correr hasta que llegó a la casa de la rubia y empezó a tocar insistentemente la puerta.

Nuestro Mejor Error <Bughead> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora