Nuestro Mejor Error <Bughead>

DOCE

Al día siguiente, temprano, la rubia estaba terminando de desayunar cuando escuchó un auto detenerse frente a su casa. Tomó su celular para mirar la hora y faltaban sólo dos minutos para las ocho de la mañana. Ahí fue cuando recordó lo que Jughead y ella habían acordado.

Terminó de desayunar y cuando fue a abrir la puerta, una gran sonrisa se formó en su rostro cuando se encontró con el papá de su bebé.

—No bromeaste cuando dijiste que serías puntual— Admitió la ojiverde.

—Hay cosas con las que no bromeo Cooper. Y hoy veremos al bebé. ¿Lista?— Preguntó el chico.

Betty asintió y tomó su bolso para luego cerrar la casa y entrar al auto al lado del ojiazul, mientras éste iba al volante.

—Puede que no habláramos en la secundaria pero... recuerdo perfectamente que casi siempre llegabas tarde y eras muy impuntual— Recordó Betty soltando una risa.

—Digamos que fui un chico difícil — Admitió Jughead mientras conducía. —Pero hay ciertas cosas con las que no bromeo—

Betty hizo un silencio y luego habló. —¿Alguien de tu familia sabe que tendrás un bebé?—

Jughead suspiró y no sabía qué responder. Fp rechazó a su nieto. —Mi hermana. Está emocionada porque será tía. ¿Y tú?—

Betty tomó aire. Recordó que su madre la regañó por lo del bebé y ahí se arrepintió de haber hecho esa pregunta.

—Betty... ¿Estas bien? No me respondiste—

—Ya le dije a mi mamá y está feliz — Mintió con una sonrisa fingida.

Jughead le echó una mirada rápida y sonrió. —No quiero sonar atrevido pero... te ves hermosa. Siempre lo estás—

Betty se sonrojó y bajó la mirada con una sonrisa. —Por favor... no es para tanto—

—De verdad te lo digo — Aseguró el chico deteniendo el auto frente al hospital. —Llegamos—

Éstos dos bajaron del auto y entraron. Ahí fue cuando Betty pudo notar lo nervioso que estaba Jughead en realidad.

—Jughead... ¿Que tienes?— Le preguntó Betty, divertida mientras caminaba por los pasillos del hospital a su lado.

Jughead suspiró. —Estoy algo nervioso. Es la primera vez que te acompaño a esto y... no sé—

Betty lo miró con ternura para luego entrar al consultorio en donde la espera su doctora. —Buenos Días— Saludó con una sonrisa entrando junto al ojiazul.

—Buenos Días Elizabeth — Respondió la doctora y luego miró a Jughead. —Hola.. usted debe ser el orgulloso padre —

—Ese soy yo— Aseguró Jughead.

—Muy bien... tomen asiento — Ordenó la doctora y éstos obedecieron, sentándose frente a su escritorio. —Elizabeth... ¿Todo en orden?.

Ésta asintió y miró a Jughead, quien se veía realmente nervioso y ella tomó su mano.

—¿Ha estado tomando las vitaminas que le dije?— Preguntó la doctora mientras anotaba en un libreto.

Betty volvió a asentir y después de un par de preguntas más, le ordenaron acostarse en la camilla y levantarse la remera. Le aplicaron ese frío gel sobre su pequeño vientre apenas notable de aproximadamente tres meses y la doctora empezó a deslizar aquel aparato sobre el vientre de la rubia, buscando ver al bebé.

Betty y Jughead miraban atentamente la pantalla. El chico tomó la mano de Betty, pero él estaba más nervioso que ella, ya que era la primera vez que acompañaba a Betty a su cita médica.