Capítulo 25

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Aquella mañana Villa se despertó antes que Laura, al abrir los ojos su corazón se encogió al ver a Laura y recordar que sería la última vez en meses en la que podría disfrutar de esa vista, de la persona a la que amaba a su lado, descansando sin despegarse de él. Sonrió y cerró los ojos dejando que la paz que ella le transmitía le invadiera una última vez. Odiaba tener que separarse de ella, pero anhelaba la emoción de los escenarios y sabía que aquel momento era algo inevitable por muy doloroso que le resultará.

Laura: Buenos días.-Dijo Laura mientras apoyaba su mentón en el pecho de Villa mirándole-.

Villamil: Buenos días- Dijo Villa con una sonrisa para después darle un beso en la frente- ¿Has dormido bien?

Laura asintió mientras se incorporaba para desperezarse.

Laura: ¿Preparado para volver?

Villa puso mala cara mientras veía a Laura sentada y sin levantarse se acercó por detrás para darle un pequeño beso por la espalda.

Laura: Tienes que hacer feliz a mucha gente que te espera, así que levántate ya de la cama.

Villamil: Deberías de apoyar mi decisión de quedarme aquí y no ir de gira -Dijo ofendido a lo que Laura lo mira con mala cara-.

Laura: Juan Pablo levantese ya.

Villamil: No quiero levantarme.
Laura: Villa, levántate se te va a escapar el avión.

Villa la atrapó por la espalda y consiguió́ tenerla en sus brazos llenándola de besos y mimos durante unos minutos hasta que Laura se levantó para comenzar a hacer el desayuno. Villa salió́ de la cama con mala gana y le ayudó a preparar una mesa en el jardín para disfrutar de un último desayuno en aquel lugar tan mágico. Villa daba sorbos a su café sin eliminar la sonrisa que Laura creaba en él de su cara.

Laura: ¿Estás bien amor?- Dijo Laura extrañada por la sonrisa de Villa-.

Villamil: Si y no. Si porque tengo a la persona que más amo conmigo y no porque me duele el hecho de pensar que no te veré hasta dentro de mucho. - Dijo eso último con un puchero-.

Laura sonrió y se levantó para sentarse encima de él y abrazarlo. Pasaron la mañana juntos, recordándo lo mucho que se querían mientras se regalaban besos o abrazos fugaces. Cuando la hora se acercaba Villa se pegó a Laura negándose a separarse de ella mientras no dejaba de quejarse y negarse a bajar las maletas.

Laura: Villa, mi amor, vamos a llegar tarde y tenemos todavía que ir al aeropuerto. -Dijo mirando a un Villa sentado en el suelo que estaba abrazado a la pierna de Laura-.

Villamil: Me niego, estoy enfermo, tengo mimitis.- Dijo mientras fingía una tos-.

Laura: Y de la severa, Juan Pablo Villamil, levántate y muévete si no quieres que me enfade -Dijo mirándolo con el ceño fruncido y los brazos cruzados-.

Villamil se levantó con mala gana mientras se quejaba en voz baja. Cuando las maletas estaban en el coche ambos pusieron rumbo al aeropuerto. Al llegar se toparon a Simón y Natalia en la entrada los cuales celebraban no haber sido los últimos, al cabo de unos pocos minutos aparecieron Martín y Alicia juntos que se unieron a nosotros. Por último llegó Isa al cual, por parte de sus compañeros le cayó varias quejas, después de facturar el momento que menos les gustaba, las despedidas.

Algunos besitos por parte de Nath a Simón se veían, Ali no se separaba de Martín mientras este le daba besitos en la cabeza, Villa no se separaba de Laura mientras la llenaba a besos cada segundo y Isa simplemente miraba la situación añorando a Ana. Al cabo de unos minutos se separaron con muchas quejas y los chicos siguieron su camino mientras las chicas salían del aeropuerto.

Laura: ¿Quieres pasar la depresión juntas? -Dijo Laura que caminaba hacía el aparcamiento junto a Ali-.

Ali: Me interesa bastante la idea. -Dijo Ali con una mini sonrisa- Voy a avisar a Olivia y así retomamos nuestras tardes de chicas.

Al cabo de un rato Olivia estaba en la puerta de casa de Laura con una bolsa llena de cosas para jugar y comer. Laura bajó del coche y abrazó a su amiga seguida de Ali. Las tres entraron y dejaron las bolsas de Olivia en el salón donde comenzaron a sacar las cosas mientras se ponían al día de todas las cosas que habían vivido durante el último día. Las risas de las tres chicas invadían las paredes de aquella gran casa, los cotilleos y las charlas dejaron que las horas pasarán a la velocidad de los minutos.

Olivia: Es que te lo juro, fue demasiado bueno como para no reírse. -Dijo Olivia mientras Ali le miraba mal- Pero te queremos. -Dijo conteniendo una carcajada-.

Alicia: No es mi culpa que todas mis amigas sean armarios. -Dijo cruzando los brazos en señal de ofensa-.

Laura: O que tu eres de la altura de un minion. -Dijo para luego comenzar a reírse las tres juntas-.

La tarde terminó convirtiéndose en noche antes de que ellas pudieran darse cuenta y poco después Olivia y Ali se despidieron y Laura se quedó sola por primera vez en mucho tiempo en aquella mansión. Miro una foto que tenía colgada en la entrada junto a Villa y sonrió, tomó el móvil y le escribió:

"Acaban de irse las chicas, yo me voy directamente a dormir, espero que el viaje pasé rápido y puedas descansar. Te amo mucho."

El chico del corazón de cristal: A donde vamos ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora