Capítulo 8

455 32 15
                                    

*Dos semanas después*

La gira continuaba por Latinoamérica y con ella miles de recuerdos que se creaban en cada viaje, en cada tour por las ciudades. Los chicos vivían con una continua sonrisa en el rostro, la gira era animada, creaban música nueva con colaboraciones que no hacía mucho se veían como un sueño, lleno de futuros proyectos, de entrevistas curiosas e iban acompañados de las personas que querían. Isaza había conseguido que esas semanas su unión con Ana fuera más fuerte y cercana, ambos se perdían en las ciudades sin rumbo alguno cogidos de la mano mientras que Ana le contaba historias sobre diferentes cuadros o artistas mientras Isaza se quedaba encantado escuchándola. Todos en la crew sabían que en poco tiempo conseguirían dar el paso definitivo para ser pareja, pero disfrutaban con simplemente verlos felices.

Aquella mañana habían decidido aprovecharla para conocer mejor las calles de Buenos Aires y así poder disfrutar un poco antes de volver a las continuas mañanas en el estudio o en entrevistas.

Simón: ¿Ustedes pensaron algún lugar que visitar?

Martín: Podríamos ir a la Plaza de Mayo -Dijo mientras le tomaba la mano a Alicia haciéndola sonreír-.

Isaza: O al Obelisco -Dijo distraído mientras miraba las calles-.

Laura: Podríamos ir a los dos lados, total tenemos hasta la hora de comer -Dijo a lo que todos asintieron-.

Pasaron por la famosa Plaza de Mayo donde tomaron muchísimas fotos y después de un rato de descanso decidieron dirigirse a ver el famoso Obelisco. De camino todos iban conversando hasta que decidieron parar en un puesto de comida callejera así que aprovecharon y se quedaron hablando. Laura estaba al lado de Villa con las manos entrelazadas mientras hablaban con Nath y Simón animadamente. Laura comenzó a notar como su móvil vibraba, cuando lo sacó de su bolsillo vio como un número desconocido le llamaba, Villa la miró extrañado cuando vio cómo se soltaba y se apartaba del grupo para contestar.

*Llamada telefónica*

Laura: ¿Dígame?

Desconocido: Buenas tardes, ¿Hablo con Laura? -Dijo una voz de hombre al otro lado del teléfono-.

Laura: Si, ¿Quién pregunta? -Dijo completamente confundida-.

Desconocido: Buenas, somos del Hospital de La Princesa, le llamamos ya que era el número de emergencia establecido para informar en caso de emergencia de Isabel -Dijo con la voz calmada-.

En ese momento todo se detuvo para Laura, recordaba que había veces que acompañaba a Isabel al hospital y en una de las veces decidió asignar su número como el primero en caso de emergencia. Cuando analiza una a una las palabras de aquel enfermero sintieron una gran punzada en el pecho al darse cuenta de que le había pasado.

Laura: Si, soy yo ¿Qué le ocurrió? ¿Está bien? -Dijo con notorios nervios, en esos momentos no había nada que le importara.

Enfermero: Lamento informarle por teléfono, pero ha tenido que ser hospitalizada de urgencia, en cuanto pueda venir se le informará correctamente.

Laura: Estaré allí lo más pronto posible -Dijo con un hilo de voz mientras un par de lágrimas recorrían su rostro-.

*Fin de la llamada*

Cuando la llamada terminó Laura dejó que todo el miedo y los buenos recuerdos fueran expresados en lágrimas, Villamil giró la cabeza casi de inmediato al escuchar un sollozo y cuando vio a Laura de espaldas con la cabeza agachada se acercó a ella lo más rápido que pudo. Cuando vio a aquella persona que hacía minutos irradiaba felicidad con dolor y miedo en el rostro el mundo se le destrozó en cuestión de segundos.

El chico del corazón de cristal: A donde vamos ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora