La Hija De Hal || Roy Harper

014

Green Lantern, Flash y Kid Flash se encontraban de camino a México, pues Batman los había mandado a investigar, y solo a investigar, una posible ubicación del lugar donde se encontraba el dinero que había sido robado, hacia una meses atrás, de Oliver Queen.

Hacia unos meses, unas semanas antes de encontrarse por primera vez con Karol, Oliver reportó ante la Liga que una suma de dinero sumamente generosa había desaparecido mágicamente de sus cuentas bancarias para donaciones.

Batman lo atribuyó al instante al repentino aumento de consumo de una nueva droga en menores de edad, en todo el territorio, entre lo que se encuentra California, que antes le pertenecía a México.
                                    
Hal al principio se había negado a ir, pero Barry terminó de convencerlo.

Así fue como terminaron surcando los cielos de la República Mexicana en un jet que había creado Hal con su anillo.

Volaban sobre la capital del estado de Zacatecas cuando una construcción en las afueras de esta le llamó la atención de Hal.

A Hal le da una corazonada, por lo que aterriza cerca de lo que parece una hacienda en ruinas.

Barry junto a Wally lo miraron tratando de preguntar el porque de su acción, pero fueron interrumpidos por Hal, quien había empezado a caminar rumbo a la hacienda.

Los velocistas lo siguieron, para su propia sorpresa, en silencio.

Estando lo suficientemente cerca, logran ver con gran sorpresa el como sus estereotipos sobre los narcotraficantes caían en gran manera.

Para los tres extranjeros, los narcotraficantes eran hombres de completo negocio, siempre con traje de vestir, sin importar lo que estuvieran haciendo, y encerrados en su oficina contando el mismo fajo de dinero una y otra vez, tal y como si contar ese mismo dinero fuera la actividad más divertida del mundo entero.

A diferencia de sus espectativas, estos "narcos", vestían como lo que, en Estados Unidos, llamaban "cholo".

Cierta decepción por tal hallazgo invadió a los tres extranjeros, en especial a los dos velocistas.

Estuvieron a punto de retirarse sin hacer ningún ruido, pero el pobre de Wally recibió una fulminante mirada de parte de Jordan al pisar una ramita seca. El pelirrojo tragó en seco con algo de miedo.

— Ups —dijo Wally, como si tratara de disculparse con Hal, quien seguía sin quitarle su mirada fulminante de encima.

Lo siguiente que pasó, y que no se esperaron que pasará, fue que los hombres dispararon sin apuntar a algo específico, aunque casi dándole por los pelos a los tres héroes.

Las balas no se detenían e iban en todas direcciones. Hal formó una caja fuerte con su anillo por mero instinto, y los dos velocistas corrieron a refugiarse dentro de esta antes de que se cerrarán por completo sus paredes.

— ¡Felicidades, niño, acabas de arruinar el elemento sorpresa! —le recrimina Hal a Wally.

— ¡Oye! ¡No fue su intención! —empezó a defenderlo Barry. Empezó una especie de discusión entre ambos adultos sobre si era o no la culpa de Wally.

Wally pensó que parecían un viejo matrimonio a pocos pasos del divorcio. Soltó un bufido mezclado con una risa.

Los disparos cesaron, aunque solo Wally lo notó.

— Eh-... Oigan-... —intentó llamar su atención Wally— Oigan-... ¡Oig-...! —fue interrumpido por una gran ráfaga de disparos, pero no iban a su dirección.

Al percatarse de ello, Hal deshizo la caja fuerte, y los héroes fueron directo a la zona de disparos.

Un sin fin de balas pasaban esquivando se entre ellas de allá para acá y de aquí para allá. Claramente una confrontación entre bandos rivales en el negocio de las drogas.

Cuando ambos bandos se dieron cuenta de la presencia de los héroes, dispararon en dirección a ellos... De nuevo. Un sólido muro verde se interpuso entre los héroes y las balas.

Una pequeña botella de Coca-Cola desechable cayó a los pies de los héroes. Esa misma botella explotó y la vista de Hal se empezó a nublar.

Cuando de repente los disparos cesaron, luego el sonido de camionetas encenderse y marcharse a toda velocidad fue presente.

— ¡Papá! —se escuchó un grito a la lejanía.

Hal cerró los ojos por completo.