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[...]
[Unos años más tarde]

Una Karol de diecinueve años de edad se encontraba en una fiesta de ex amigos tomando todo el alcohol que se le pudiera en frente, pues sus planes de noche de viernes dictaban que debía ponerse ebria hasta el día siguiente.

La razón era sencilla de explicar, solo había tenido una de sus tantas peleas con Harper, lo malo era que, a diferencia de las otras discusiones tenidas, en esta ambos se gritaron sus verdades junto a frases, palabras y comparaciones que no debieron se salir más allá de sus pensamientos.

Karol se encontraba enojada y deprimida, pero aún así su cerebro seguía lo suficientemente consciente como para no darse cuenta del imbécil que ya llevaba rato mirándola.

Muchos le habían preguntado la razón del porque solo tomaba y tomaba alcohol. La respuesta era que no quería hablar de eso.

Al poco rato, el hombre que desde hacia unas horas no le quitaba el ojo de encima se acercó a ella, quizás con el pensamiento de que se encontraba demasiado ebria, cosa errónea pues Karol le tenía buen agarre al alcohol.

El hombre la invitó a bailar después de presentarse como Luis Flores, a lo que Karol aceptó, pues necesitaba despejar aunque fuera un poco su mente.

Las canciones pasaban y cada una con letras más subida de tono que la otra, por lo que al poco tiempo, Karol y Luis ya se encontraban en una de las habitaciones de la casa en la que era la fiesta haciendo cosas de las que era mejor que nadie se enterará.

Aunque claro, usando protección mientras se desahogaban mutuamente.

Por esos diez minutos, o menos, Karol pasó lamentando se en silencio por los próximos dos meses, pues la culpa le carcomiendo la conciencia.

Por lo que, al final del segundo mes le confesó a Harper su acto de infidelidad.

Desde ese momento su relación ya no fue la misma, había confianza, claro que sí, el problema eran las constantes frases que re sonaban en la mente de Harper, frases que le aseguraban que Karol le volvería a ser infiel.

Eran frases que tenían una mezcla de verdad y mentira muy equilibrada, junto a las secretas inseguridades del pelirrojo hacia él mismo.

Con el paso de los años, año y cacho antes de la actualidad de la historia, Roy se encontraba en una misión extensa donde casi muerte de no haber sido por Jade Nguyen, una conocida tanto de Roy como de Karol.

Ambos conocidos se encontraban en un bar hablando sobre la misión, y la vida, de Roy, pues Jade sabía que el pelirrojo se había independizado de Green Arrow hacía una década atrás.

Una cosa llevo a la otra, y a las pocas horas Jade y Roy se encontraban en el escondite temporal de la primera haciendo cosas de las que luego de un año y cacho Karol le reclamaría.

[...]
[En la actualidad de la historia]

— ¡¿Cómo pudiste, Harper?! ¡¿Cómo?! ¡Yo sí te dije! Tardé en decirte pero al final lo hice —sollozó Karol, mientras sus ojos seguían rojos—. Te rogué, te supliqué y te implore que me perdonarás —un sollozo salió de su boca—, y tú-... —Roy la interrumpió.

— ¡Yo no fuí, Karol! —respondió en un grito— ¡Ya te dije que no soy yo! ¡Yo no-...! —lo interrumpió un llanto.

Roy miró alarmado hacia el sillón en el que se encontraba la caja, y luego su vista se dirigió a Karol que se acercaba a la caja.

Del interior de está sacó un pequeño bebé de unos cinco o seis meses de edad.

Karol acunó al bebé entre sus brazos, sosteniendo el frágil cráneo del bebé con una mano, y empezó a mecerlo, con lo que logró que se calmará.

— ¿Qué decías? —le preguntó Karol a Roy al ver cómo Roy observaba estupefacto al bebé.

Era una pequeña niña de cinco o seis meses en el mundo, era medio morenita y de cabellos rojos.

Se parecía mucho a Jade, pero tenía facciones que afirmaban que también era hija de Roy.

La Hija De Hal || Roy HarperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora