Hal empezó a abrir sus ojos pardos, que le pesaban, al igual que el resto de su cuerpo.
Sentía como si la gravedad estuviera más pesada de lo usual, le daba flojera hasta tratar de respirar, pues de no ser una función automática del cuerpo humano, ya no habría oxígeno en sus pulmones.
Se encontraba en una habitación de techo y paredes blancas, con un aroma a medicinas, agua oxigenada y alcohol que le hizo darse cuenta de que se encontraba en un hospital.
Un ronquido a su derecha lo hace girar la cabeza con algo de brusquedad hacia ese mismo lado.
Hay, sentada en una silla, se encontraba Karol profundamente dormida, aunque en una posición que le causaría dolor de cuello. Karol daba manotazos al que de vez en cuando mientras murmuraba palabras a medias.
Hal estiró su brazo derecho hasta llegar al hombro izquierdo de Karol, y sacudirlo ligeramente mientras la llamaba por su nombre.
— Karol-... Karol-... —susurró Hal mientras le sacudía el hombro con las pocas fuerzas que tenía.
Karol empezó a mover un poco la cabeza, clara señal de que empezaba a despertar.
— ¿Apa? —murmuró Karol en español mientras abría los ojos. Se estiró un poco para luego mirar en dirección a Hal. Su rostro paso de reflejar sueño y cansancio a alegría y felicidad. Una sonrisa, que remarcaba sus ojeras, se plasmó en el rostro de Karol— ¡Apa!
Karol lo abrazó con algo de fuerza, haciendo que Hal soltara un ligero quejido, pero aún así correspondió al abrazo.
— Per-... Perdón —se disculpó Karol, cambiando de idioma, mientras se separaban un poco—, perdón por todo. No debí irme así como si nada —Karol agachó la cabeza con pena—. Te lo explicaré todo, absolutamente todo, pero primero debes comer —dictó Karol con el ceño fruncido en la última oración.
Hal rió un poco pero fue callado por el mismo, pues el esfuerzo hizo que le dolieran las costillas izquierdas.
— Quédate aquí, no te muevas-... Y mucho menos te levantes —le ordenó Karol a Hal mientras se levantaba de la silla, se encaminaba rumbo a la puerta y la abrió—. ¡Wally! —exclamó Karol en dirección al pasillo.
A los pocos segundos una ráfaga de viento de cabello rojo entró a la habitación. Wally se detuvo frente a Hal mientras comía una torta de lo que parecía tamal.
— ¡Hal! ¡Despertaste! —exclamó Wally feliz.
— No, lo que pasa es que estoy muerto y lo que ves es mi alma —dijo sarcástico Hal.
— ¡Oye! No es para que te enojes —se defendió Wally frunciendo el entrecejo.
— Ya, ya, no se peleen —intervinó Karol—. Wally, vigila a mi papá en lo que voy a la cocina. Que no se levante y que no haga ninguna estupidez, ¿ok?
— Ok —accedió Wally—. Oye, ¿me podrías traer-...? —lo interrumpió Karol.
— ¿Chilaquiles, verdad? —preguntó Karol a lo que Wally asintió con energía— Te traeré otro plato.
— ¡Gracias! —exclamó en agradecimiento Wally.
Karol salió cerrando la puerta detrás de ella. Wally se quedo mirando la puerta.
— ¿Cuánto llevo aquí? —preguntó Hal mientras se sentaba en la camilla.
— A lo mucho dos horas pero-... —Wally se percató de la acción de Hal— ¡Oye! ¡No, no, no, no! —corrió hacia Hal y lo obligó a recostarse— Si te levantas, ¡Karol se comerá mis chilaquiles!
— ¡Oh, vamos! —se quejó Hal mientras se dejaba recostar.
— Será mejor que te calmes, Hal —dijo otra voz con gracia.
— ¡Barry! Muchacho, que gusto verte —dijo Hal mientras trataba de levantarse, otra vez.
— Será mejor que te acuestes, o Karol se va a enojar —dijo Barry mientras le impedía a Hal que se levantará tomándolo por los hombros.
— ¿Tú también, Barry? —se quejó de nuevo Hal.
Barry soltó una pequeña carcajada.
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La Hija De Hal || Roy Harper
FanfictionCréditos de la foto de fondo de la portada a sus respectivos creadores. _Todos los personajes de este fanfic pertenecen a DC Comics, a excepción de los que yo inventé_ Nota: Si ven una falta de ortografía corríjanme por favor, soy nueva en esto. Sin...