Karol abrió los ojos, sintiendo como la sacudían ligeramente del hombro.
Miro a su alrededor, Bart estaba frente a ella, mirándola con intriga, mientras que Wally se encontraba sentado a su izquierda y Dick hablaba por teléfono unos metros un poco lejos de ellos.
Karol, claramente confundida, observó el reloj digital de la pared en esa sala.
03:12 am marcaba este.
¿Habría sido solo un sueño?
Dirigió su mirada hacia la puerta de emergencias, justo donde se supone tenía que estar su madre.
Nada. Solo ese auto justo donde la había "imaginado".
Suspiró, logrando finalmente salir de sus pensamientos y centrarse en sus tres amigos enfrente suyo.
— ¿Qué vergas fue lo que pasó mientras dormía? —fue lo primero que pronunció al ver las miradas de curiosidad de los velocistas.
— Nada muy importante de hecho —le respondió algo insensible Wally, recibiendo un golpe por parte de Dick, quien ya había finalizado su llamada telefónica. Al parecer, el pelirrojo había olvidado que se encontraban en pleno hospital esperando noticias sobre el estado de la pequeña Lian, así, alterando notoriamente los nervios y ansias de Karol.
— Lo que Wally quiere decir —intervinó Dick—, es que no ha pasado nada fuera de lo común en estas situaciones. No ha habido noticias de Lian pero si ha habido movimiento que indique que todo estará bien —trató de tranquilizar Dick a Karol, quien se trató de levantar. Sin embargo, fue interrumpida por un ronquido proveniente de su lado derecho.
Ahí, Roy se encontraba dormido cuál niño chiquito, quizás en algún lugar de ensueño lejos de la podrida realidad.
— Necesito un café —confesó con cansancio Karol, ganándose la mirada de Dick, mientras los dos velocistas seguían observado incrédulos al pelirrojo mayor.
— ¿De verdad tienes que escuchar semejantes ronquidos de oso pardo todas las noches? —preguntó en respuesta Bart con sorpresa— Recuerdo que me decías que Roy así roncaba pero nunca creí que fuera tan... Real —confesó en preadolescente sin pena alguna.
— Y yo creyendo que Kimberly solo lo decía por hacer bulla —suspiró Wally con algo de pesar, como si él no roncará igual.
— ¿Y tú de que te quejas? Sí tú roncas igual —se quejó Dick, haciendo que Wally se sonrojara de la vergüenza.
— Que quiero un café, ¡sabe! —les recordó Karol algo irritada mientras alargaba las dos vocales en la última palabra.
— ¡Ya oí! ¡Ya oí! —respondió con rapidez Wally, mientras empezaba a caminar hacia la cafetería del hospital, de nuevo— Todo yo, ¡todo yo! —lo oyeron quejarse por lo bajo mientras le daba una patada al aire.
Los otros dos, el pajarraco y el velocista junior, sobrenombres colocados por Roy, Karol y Hal, estuvieron a punto de decir algo al respecto, sin embargo, fueron interrumpidos por el sonido de la gran puerta blanca que daba a urgencias.
— Parientes de Lian Harper —habló la enfermera mientras veía una tabla de madera en sus manos, como si no fuera consiente de que, literalmente, Karol y su gente eran los únicos en la sala de emergencia.
Y como si el cielo nocturno los iluminará momentáneamente, Roy despertó de su profundo sueño. El pelirrojo de levantó con rapidez de su asiento, llamado la atención de sus amigos, esposa y la enfermera. No obstante, parecía no saber el porqué lo había hecho.
— Nosotros somos, los padres de Lian —se levantó igualmente Karol, mientras abrazaba por la cintura a Roy y recargaba su cabeza en el hombro de este.
— Su hija estará bien, ya está fuera de peligro pero, por si acaso, la tendremos en observación por las siguientes doce horas. Ya pueden descansar en paz —explicó la enfermera antes de ir hacia algún lugar que realmente no les importó en lo más mínimo a Karol y Roy, quienes por fin pudieron pegar ojo correctamente después de todo lo acontecido desde hacia unas pocas horas atrás.
ESTÁS LEYENDO
La Hija De Hal || Roy Harper
FanfictionCréditos de la foto de fondo de la portada a sus respectivos creadores. _Todos los personajes de este fanfic pertenecen a DC Comics, a excepción de los que yo inventé_ Nota: Si ven una falta de ortografía corríjanme por favor, soy nueva en esto. Sin...