19

1.2K 106 2
                                    

El mayordomo no sabía que hacer ni siquiera entendía que pasaba por que su amo se comportaba así, estaba tan bien con la señorita pero ahora...

Suspiro ante la escena delante de sus ojos solo habían pasado unos cuantos días desde la última vez que la señorita se reunió con el y el señor se hallaba nuevamente en vuelto en un aire sombrío y aterrador no comía no dormía y había pasado una semana entera tomando vino.

- traela- gruño el duque al mayordomo quien tembló al oír su voz

Había tratado de evitar esto pero ya no podía más, ya no soportaba a su amo.

Corrió fuera del despacho para buscar la pequeña botella de eligcir de Kei al tenerla en sus manos no demoró en entregársela al duque quien no dudo en beberla.

Al principio pareció como si todo se hubiera calmado la admosfera se relajo y el duque antes como una bestia se recostó tranquilamente en su sofá.

El mayordomo suspiro ante esto tal vez no había sido mala idea dársela pensó por un momento antes de ver cómo los ojos rojos se volvían abrir.

Un escalofrío cubrió su cuerpo al ver sus ojos brumosos que destellaban.

Paso saliva premeditado lo que se habecinaba.

🥀🌹🥀🌹🥀🌹🥀

Rosalin bostezo antes de levantarse y limpiar sus manos manchadas de pintura dejo a un lado los pinceles ahora en agua para que estos no se dañarás más tarde sus doncellas se encargarían de lavarlos.

Cogió el cuadro con cuidado y lo hubico en una esquina junto con todos los demás pero uno llamo más su atención uno que estaba escondido detrás de todos los demás.

Supo cuál era y por un momento quiso verlo lo descubrió moviendo los demás lienzos.

Este había sido el primer retrato que hacía trato de retratar al duque sentado detrás de su escritorio mientras la miraba con sus ojos color rojo tan intensos que hacía estremecer su cuerpo.

Mordió su labio antes de volver a cubrirlo escondiendolo con los demás.

- señora - dijo marina al entrar en el estudio

- ya voy - rosalin se levantó para seguirla a su cuarto.

Tomo entre sus manos el camisón color crema para luego dejarlo en la cama.

Sus doncellas le ayudaron a quitar el vestido dejándola en solo ropa interior.

Rosalin tembló al sentir el frío viento tocar su piel a pesar de que que la ventana estaba cerrada.

Miro el camisón antes de tomarlo en sus manos y empezarlo a colocar.

Se recostó en su cama y vio como las doncellas salían mientras se despedían de ella.

Rosalin sonrió ante esto para luego voltearce en la cama y cerrar sus ojos.

Solo pasaron unos cuantos segundos antes de que se escuchará un alboroto afuera sus ojos se abrieron para luego girarse y mirar con estrañes hacia fuera.

La puerta no duró mucho en abrirse para revelar la figura de un hombre.

- duque ?- dijo confundida mientras miraba sus ojos los cuales brillaron al escuchar su voz.

- Rosi - dijo acercándose entre unos cuantos tambaleos.

- estás borracho - vio como la puerta se cerraba a sus espaldas esto la asustó un poco.
- mmm- el respondió sin saber si afirmaba o negaba.

- que haces!- dijo alarmada al ver cómo el empezaba a subirse a la cama.
- Ro...si- dijo al estar encima de ella.

Su respiración se atasco al ver al hombre en sima suyo a solo unos centímetros de su rostro ella se hallaba semi sentada recostando su torso en sus codos mientras que el se hallaba sobre ella estendiendo sus brazos a cada lado cubriéndola por completo.

Ella paso saliva al ver sus ojos color rojo brillando, un brillo que fugas mente había visto en sus ojos.

- rossi- volvió a repetir como si esto fuera su mantra mientras inclinaba su rostro al de ella.

Primero rosio sus labios con los suyos, esto hizo que rosalin soltara el aire por completo para luego tomar entre sus dientes suavemente el labio inferior de la chica que se quejo ante esto.

El duque se hayaba en una burbuja de ensoñación lo único que quería era deborar a este conegito que estaba debajo suyo y no lo dudo tomo eltre sus labios a el conejito deborando su boca con frenesís, el conejito se quejo y trato de apartarlo pero su depredador era más fuerte que el tomo sus manos y las Aldo sobre su cabeza reteniendolas.

Para luego volver a atacar la boca dulce del conejito que se volvió la adicción del depredador ambiento.

Rosalin jadeo por falta de aire sentía sus labios entumecidos y inchados quiso quejarse y gritar pero su agresor no se lo permitía.

- ya ...- ante este grito el aprovecho metiendo su lengua en la boca de la joven quién no pudo más sino soltar un grito y abrir sus ojos llenos de lágrimas.

Sus lenguas bailarín al compás y la mano libre del duque no perdió tiempo recorrió la cintura estrecha de su esposa para luego llegar a sus muslos donde se hallaba la bata ensurullada  en sus piernas pálidas como la nieve.

Recorrió sus muslos con su palma, lo cual sorprendió a rosalin quien abrió sus ojos a más no poder ante esto pataleo tratando de quitarlo de encima suyo pero fue detenida el duque separo sus piernas con una de el dejándola espuesta.

Un color rojo cubrió su rostro al ver está escena.

Quiso gritar pero el hombre no dejaba sus labios en paz.

Sintió como su mano subía por su cuerpo tocandola asta llegar a su abdomen y pecho respiro profundo al sentirlo en la última parte.

Miro con terror al hombre quien por fin dejo sus labios para mirar esa parte en específico de su cuerpo.

Un grito salió de sus labios al sentir como el apretaba uno de sus cenos que se encontraba cubierto por el sostén.

- que haces sueltame - dijo ella mientras pequeños sollosos salían de sus labios ahora inchados.

Gruño molesta ante el dolor, era un animal, bestia acaso no podía tratarla más gentil, no esperen... Que gentil.

- apartarte - dijo moviéndose de lado a lado o tratando lo más posible ya que la tenía inmóvil.

El duque sonrió mostrando una linda sonrisa de depredador que dejo congelada a rosalin.

Mierda fue lo último que pudo pensar.

Los gritos,  gemido y gruñidos se podían escuchar desde el otro estremo de la habitación que pasaba solo sus mentes se imaginarán eso.

KILIGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora