KILIG

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El rostro palido y demacrado de la joven empezó a tomar lentamente color, sus párpados suavemente se abrieron revelando unos ojos color lila que reflejaban cansancio y algo de alegría.

Voltio su cabeza tratando de encontrar a alguien pero no lo hayo sus ojos solo se toparon con cinco mujeres que la rodeaban sus doncellas y el ama de llaves.

- señorita - grito marina mientras se acercaba corriendo a la cama - como se encuentra tiene dolor en alguna parte - dijo alarmada

Rosalin sonrió ante su pregunta

Claro que le dolía... Todo su cuerpo lo hacía.

Soltó un suspiro antes de negar con su cabeza al ver sus rostros ansiosos

- no estoy bien - su voz salió ronca y muy baja al parecer por sus gritos

Sintió vergüenza al recordarlo ¿todos la abran escuchado?.

- descanse señora hoy fue un día muy difícil - dijo el ama de llaves que salió del cuarto al ver a la joven nuevamente cerrar sus ojos.

Al salir pido ver al hombre ansioso afuera del cuarto que caminaba de lado a lado sin detenerse

- duque la duquesa acaba de despertar - el hombre se detuvo al oír esto para luego soltar un suspiro de alivio - está muy cansada si la quiere ver por favor hágalo mañana - el negó con su cabeza al oír sus palabras

- no - dijo - solo manténme informado de cualquier cosa - dijo antes de irse seguido del mayordomo que solo pido ver a su esposa con pesar reflejado en sus ojos.

La mujer suspiro ante esto.

Este hombre porque tenía que ser tan extraño, si se preocupaba tanto de su esposa por qué no la iba a ver.

Negó con su cabeza sin entender los pensamientos de duque antes de volver a entrar.

La duquesa estuvo dos meses en recuperación antes de poder nuevamente hacer las actividades normales.

Aún así no podía dejar de sonreír al ver al par de hermano reír cuando ella los concentia su dulce risa iluminaba sus días antes solitarios.

Tomo entre sus brazos a Rosa su bella hija la había nombrado así por petición de lisa, ahora que la veía era igual de hermosa a una flor.

Giro un poco con ella entre sus brazos antes de plantar un beso en su frente suave.

Los amaba tanto, sintió como si corazón se derretía cada vez más al verlos.

Ambos eran tan distintos Dereck tenía el cabello oscuro como su hermana pero portaba los mismos ojos de su madre a diferencia de rosa ella había heredado los ojos rojos de su padre y al parecer su carácter ya que siempre se hallaba molesta cuando otros a parte de su madre la tocaban.

Rosalin se rió al ver esto sus doncellas trataban de hacer reír a la mal humorada princesita de casa mientras hacían muecas hacían donas sonajeros o mostraban distintos muñecos.

Nada funcionaba, mientras veía esto rosalin alimentaba a su pequeño hijo que era un glotón siempre quería estar comiendo, pero aún así era lo di cuando movía sus labios tratando de pronunciar algo y reía.

Rosalin beso a su hijo en sus regordetas mejillas.

Los meses pasaron y los mellisos crecieron cada vez más al poco tiempo cogieron más peso y a la pobre débil rosalin le era complicado alzarlos a ambos así que solo podía cargar a uno y darle el otro a una de sus doncellas.

Ella se encargo de cuidar a sus hijos no quería dejar pasar mi una sola etapa de sus vidas aprendió todo sobre ser madre asta preparar medicina para cuándo empezaban a salir los dientes.

¿Pero que madre podría estar cien por ciento preparada?

Rosalin estaba desesperada al oír los gritos de sus hijos, no sabía que hacer llamo al doctor pero este la trato de calmar diciendo que todos stonera muy normal.

Era normal que los niños tuvieran fiebre y no comieran por el dolor en sus encías.

Aún así rosalin Monse sintió muy calmada al oírlo.

Sus hijos eran prioridad en ella y estos últimos años eran todo para ella amarro su cabello suelto en una cola antes de abrazar a su hija entre sus brazos tratando de calmarla.

Le recordó los primeros días cuando trasnochada por las noches para cuidarlos ya que no les gustaba estar solos o tenían hambre.

Al final rosalin siempre los acostó con ella en su amplia cama así tampoco se sentía ella sola así se hicieron compañía en los siguientes años y asta ahora.

- ya mi niña ya mi bebé - dijo ella arrullandola - mami está aquí mami te entiende mi amor - dijo dejando besos en sus mejillas cubierta de lágrimas

La niña parpadeo con sus ojos color rojo mientras miraba a su mamá

- mami - dijo abrazándola - mami duele -su voz lechosa partió el corazón de rosalin quien la abrazo más fuerte

- mm mami quisiera meterte en su corazón y protegerte de todo mal para que no sufrieran - dijo rosalin mientras besaba las mejillas regordetas de su hijita de dos años.

- mami yo también - un niño pequeño abrazo la pierna de rosalin quien no pido resistir no hagacharse y abrazarlo también

- si mi amor tú también ustedes son el tesoro de mami - dijo besando también las mejillas del niño quien río lleno de alegría ante esto

Rosalin decidí alimentar a sus hijos con una crema suave y llena de nutrientes para que no se lastimaran y no se desnutrieran.

Los niños comieron de mala gana no les gustaba las verduras y que niño le gustaban.

Rosalin rió al ver sus lindos pucheros en el comedor, desde que estos mellisos habían llegado su vida había tomado color los amaba y daría su vida por ellos.

Desgraciadamente su padre no los había ido a ver ni una sola vez, rosalin apretó el cubierto al pensar en esto.

Solo mandaba regalos en el día de su cumpleaños juguetes son siquiera mostrar su rostro ante los niños.

Cerró sus ojos al sentí como estos se llenaban de lágrimas, ¿tanto los odiaba?

Ella no era la protagonista esmeralda que tanto el amaba por eso sus hijos no eran nada para el.

Mordió su labio con dolor antes de sentir una pequeña mano posarse en la suya

- mami dee te ama- dijo el pequeño Dereck cerca de su mamá

Rosalin sonrió antes de tomar a su hijo y subirlo a su regado para luego plantarle un beso en su cara

- mamá también te ama Dereck