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Los gritos hicieron eco por los pasillos de la mancion todos se hallaban nerviosos algunos mordían sus propias ropas otros apretaban sus dientes  sin saber que hacer.

Hacia más de dos horas que estaban en esta tarea y ni un llanto de niños se oía salir de la habitación.

Rosalin grito mientras gruesas lágrimas salían de sus ojos, ya no más, se dijo a ella misma está agotada cansada y tan adolorida.

Respiro hondo sin poder pujar.

- señorita tiene que pujer - dijo el ama de llaves apretando su mano al ver cómo la joven empezaba a cerrar los ojos.

- ya no puedo - dijo débilmente.

El ama de llaves mordió su labio al ver el rostro palido de la joven sus labios se hallaban partidos y sin color.

Acaso iba a morir.

Apretó sus dientes al pensar en esto, ¡No! Se dijo antes de ver con súplica al médico y enfermeras.

Una de estas aprisiono un poco su vientre causando que rosalin soltara otro grito antes de empezar a pujar.

El doctor asintió viendo como la mujer había rostro fuerte

- puje señora puje - grito el ama de llaves.

Rosalin pujo con toda sus fuerzas sintió como ella lama salía de su cuerpo y el llanto de un niño por fin inundó la habitación.

Pero se oía tan lejano, miro de lado a la mujer que la acompañaba mientras respiraba con dificultad

- no hemos terminado- la voz del doctor se escuchó lejana y poco clara - tiene que pujar - rosalin frunció el ceño algo confundida.

El ama de llaves se acercó a ella y grito algo no la entendió.

Pero sintió la necesidad de pujar nuevamente apretó sus dientes para luego gritar.

El ama de llaves miro sorprendida a los dos niños para luego sonreír ahora tenía dos pequeños señores en la casa.

Se sintió tan feliz pero algo la dejo helada miro a la chica que había dejado su mano.

- doctor- grito alarmada al ver a la joven perder con cada segundo más color en el rostro.

Miro como la cama se manchaba cada vez más de sangre sin detenerse las enfermeras corrieron de lado a lado tratando de detener el sangrado.

De un momento a otro la puerta se abrió y un hombre agitado entro a la habitación miro de reojo a los dos niños antes de fijarse en la mujer y correr hacia ella.

Tomo sus manos entre las suyas.

- duque - dijo ella con dificultad

Sintió como su vida se iba drenando lentamente de su cuerpo, pero estaba feliz sus hijos habían nacido bien.

Sonrió un poco antes de abrir sus labios pero el no la dejó hablar

- detente no hables tienes que guardar fuerzas tienes que recuperarte - dijo tan rápido que posiblemente casi nadie entendió.

- tienes que cuidarlos - dijo ella mirandolo, así no sean de la protagonista amamos quiso decir pero ya lo tenía fuerzas empezó a cerrar sus ojos lentamente

-¡No!- grito lion con desesperación
Miro al médico antes de cogerlo del cuello y sarandearlo

- si mi esposa no despierta lo mataré ¡No! Mataré a toda su familia delante de usted - grito histérico para luego soltarlo

El pobre doctor tembló antes de concentrarse en la operación al final pudo estraer partes de la placenta que no dejaban qué rosalin dejara de sangrar.

Un suspiro salió de sus labios antes de salir huyendo de la mansión al terminar el procedimiento sin olvidarse de dejar las recomendaciones a las doncellas.

El duque caminaba de lado a lado en la habitación nunca antes se había sentido tan desesperado.

Como pudo ser tan torpe porque no pudo abstenerse de tocarla ella es tan delicada y frágil.

Golpeó la pared con sus puños nuevamente .

- señor por favor calmece- dijo el mayordomo viendo la sangre correr por sus puños y la marca de estos en la pared.

No sabía que hacer nunca antes había visto  a su señor tan desesperado, el hombre frío que solo mostraba su lado suave y tierno ante su esposa y era torpe ahora jalaba su cabello con desesperación

Ni siquiera voltio a var a sus hijos cuando los sacaron del cuarto pudo ver cómo los vio con irá la primera vez que entro a ver a su esposa.

No sabía cómo describir el sentimiento que apretaba su pecho al ver está escena.

Si la señorita se iba este hombre enloqueceria.

KILIGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora