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Rosalin retrocedió unos pasos al oír su tono frívolo nunca antes lo había oído hablarle de ese modo ni siquiera cuando lo había llamado bastardo.

Pero al ver cómo sus ojos se sorprendían al verla supo que la había confundido con alguien más

- rosalin - su voz era tan baja que creyó oír mal.

El duque se levantó de golpe antes de caminar hacia ella mientras la tomaba la bandeja y se la entregaba al mayordomo quien no se demoró en colocarla en una pequeña mesa junto al sofá.

Lion tomo la mano de rosalin como si temiera que todo fuera un espejismo acaso su falta de sueño le estaba jugando está mala pasada o tal vez por no haber comido en más de cuatro días.

- rosalin porque?...- no termino de decir lo que pensaba ya que la chica que tenía agarrada se safo bruscamente.

Rosalin se apartó dejando entre ellos un espacio comciderable antes de aclarar su garganta.

Se había sentido extraña y no había podido reaccionar a tiempo.

- el mayordomo propuso esto como compensación por el error de mi doncella - dijo ella sobando la palma de la mano que el había tomado está todavía ardía por su toque.

El duque miro de reojo al mayordomo Erick mandándole una suave sonrisa la cual correspondió antes de salir del despacho.

- podrías por favor acompañarme - dijo al ver que ella se dirigía a la salida.

Rosalin se quedó estática por unos segundos antes de girarse y volver sobre sus pies asta un pequeño sofá sentándose en el.

- solo lo hago para que el duque no castigue a mi doncella - dijo ella mientras miraba como el duque se sentaba.

Al principio se sintió irritada después la vergüenza cubrió su rostro al ver cómo el tomaba entre sus manos la galleta y la inspecciona para luego mirarla giro su rostro al sentir sus mejillas arder.

- estás galletas fueron echas por la duquesa ?- pregunto el sorprendido.

Lion sonrió aún más al ver sus mejillas rosadas, miro las galletas en forma de conejos algo deformes y un tanto quemados pero eso no importaba su corazón se llenó de dulsura tan solo con mirarlos.

Probó uno antes de apagar a su esposa pero no espero que fueran tan ...

- están horribles - dijo ella mirando la exprecion congelada de lion

El paso saliva antes de decir algo

- la duquesa tiene grandes dones culinarios - ella resoplo ante esto

A quien engañaba eran horribles ella los había probado antes de traerlos nunca sabía cuánta sal y dulce tenía que echar así que quedaba una convinacion entre ambas asquerosa además del sabor de las uvas, sintió asco al recordar el sabor.

- cállate se que son asquerosas no tienes que mentir - dijo ella cruzándose de brazos mientras hacia un mohin

Lo cual fue demasiado tierno de ver para el sus orejas se sonrojaron al ver esto antes de tomar otra galleta y comerla

- en serio son deliciosas además estos conejos son muy tiernos me recuerdan a alguien - dijo mirándola de reojo.

Ella parecía un conejo lindo y tierno que brincaba siempre lejos de el, suspiro al pensar en esto.

- Shh - ella chasqueo su lengua - entonces a quien te recuerda debe ser feo - dijo ella mal humorada

¿A quien le recuerda?   Acaso la protagonista o esa doncella. Se enojo aún más.

Pero al oír la risa del duque sus pensamientos dejaron de divagar, miro sorprendida al hombre a solo unos pasos de distancia.

Se olvidó por completo de si enojo para solo admirar la hermosura de este hombre, paso saliva al oír su sonrisa clara y agradable sintió como su corazón empezaba a golpear fuertemente su pecho acelerandose.

¿Que es esto?

Se sintió confundida.

El duque se ahogó un poco hacia mi ho que no se reía de este modo y alegraba aún más que la causante haya sido su esposa.

- no lo es - dijo el desconcertado la aún más - la persona no es fea en realidad es muy hermosa - dijo antes de tomar un sorbo de chocolate

Rosalin parpadeo todavía confundida ¿Que de que habla? ¿Que dice?.

Sentía su rostro arder asta su cuello, tocó con el dorso su rostro tratando de trasmitir la frescura de su palma a su rostro.

El duque termino de comer todo antes de volver a su trabajo.

Agradeció a rosalin y prometió perdonar a la doncella solo si ella se ofrecía a traer de vez en cuando la cena no quería obligarla ya que sabía que esto podría enfurecer la pero tampoco quería darle otra opción no quería perder esta oportunidad.

- está bien - respondió ella

El momento de hoy había sido tan agradable que quiso volverlo a repetir.

Sonrió feliz mientras salía del despacho de su esposo tal vez todo mejoraría

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