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- señor - dijo el mayordomo a su amo que se encontraba detrás de su escritorio revisando una serie de documentos

-¿Que?- pregunto el hombre levantando su vista de los papeles

- no irá a ver a sus hijos este año - pregunto el mayordomo

El duque movió sus dedos sobre el escritorio mientras pensaba.

- este año cumplen tres - dijo mirando al mayordomo para que negara o afirmara

- así es señor - dijo este sin saber que pensaba el duque

Lion tocó su pecho, todavía recordaba ese día ese rencor y odio que había oprimido su pecho al ver a sus hijos.

A sus hijos que casi habían matado a su esposa.

Suspiro ante este recuerdo, como podía verlo estos últimos años trato de no acercarse por temor a hacerles daño.

No sabía cómo iba actuar y tenía eso.

Paso su mano por su cabello despeinandolo antes de ponerse en pie.

- necesito un poco que te - dijo para luego salir del despacho

El mayordomo corrió detrás de su amo sin entender que hacia el no era del los que iban a buscar su propio te en la cocina.

Pero está vez lo estaba haciendo.

Al llegar el duque se quedó como piedra al ver una escena muy conmovedora.

Una mujer con vestido un poco olgado que para nada dejaba de asentir sus curvas sonreía mientras amasaba masa junto a dos niños que la ayudaban a su derecha e izquierda.

Todos reían en este cuadro sin darce cuenta del hombre excluido en está escena.

El duque no pudo resistir no mirar más, su espalda se recostó sobre el marco de la puerta para seguir viendo como la niña untaba de Ariana a su hermano quien se quejaba con su madre para luego tirar también Ariana sobre su hermana.

La mujer reía ante esto para luego darles un pequeño regaño que no fue muy efectivo.

Los niños al principio agacharon sus cabezas oyendo a su madre para luego levantarlas al unísono y arrojar Ariana sobre su mamá quien no pido sino soltar un pequeño estornudo ante esto.

Fue tierno, extremadamente tierno y agradable

Lion sintió como su corazón se agriaba al no ser parte de está escena y el aura helada empezó a emanar de el que trajo la atención de rosalin.

Ella automáticamente vio al hombre recostado en el marco de la cocina su risa se congelo antes de coger a los gemelos con ambas manos.

- duque - dijo ella con voz monótona su tono era tan helado que sorprendió al mismo duque y a los niños

Nunca había. Visto a su tierna madre ser así de fría, además quién era este extraño señor.

Rosalin sonrió de medio lado con ironía al ver el rostro desconcertado de los niños al ver a su propio padre.

- niños saluden a su padre - dijo con sarcasmo mientras acercaba a los niños más a el

Estos miraron al hombre con desconcierto antes de sonreír

- oapa- dijeron al unísono

Esto hizo que el corazón del duque se derritiera, el quería abrazarlos y también darles besos en su mejillas regordetas.

Se parecían tanto a rosalin eran la viva imagen de ella a pesar de su tono de cabello y ojos de parte de la niña.

Los amo más al ver esto.

- yo...- no supo que decir ante sus hijos

Y no hizo falta rosalin los tomo de sus manos y los saco de la cocina no sin antes mandar dagas con sus ojos hacia el duque mientras pasaba por su lado.

Lion no se quedó ahí por más tiempo los siguió tenía que hacer algo su corazón le decía que si no arreglaba esto ahora ya no tendría oportunidad después pero una voz  femenina lo llamo

-;lion - dijo alguien entrando a la sala.

Rosalin automáticamente giro al escuchar el nombre de su esposo en los labios de otra mujer.

Sus ojos se abrieron al ver a la heroína entrar con un vestido hermoso de color verde y dorado mientras abrazaba a lion y sonreía.

Esto fue como una cachetada a rosalin apretó su mandíbula antes de instar a los niños  a subir las escaleras no quería que vieran está escena.

- esmeralda - dijo lion mientras la apartaba de el

- lion vengo a hablarte sobre algo muy importante - dijo la mujer mientras secaba unas cuantas lágrimas que salían de sus ojos

- algo importante?- lion frunció el ceño para luego mirar a su esposa de reojo quien lo miraba con sus ojos ahora opacos mientras le lazaba dagas

Apesar de todos estos año se cariño por el no había menguado mucho, pensó rosalin mientras tocaba su pecho.

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