𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑽𝑰𝑰

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TW: Este capitulo se basa en un parto, por lo que obviamente va a haber muchas menciones a esto, aparte también se va a hablar muy por encima de las malas condiciones de vida, etc

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TW: Este capitulo se basa en un parto, por lo que obviamente va a haber muchas menciones a esto, aparte también se va a hablar muy por encima de las malas condiciones de vida, etc...

Las densas sábanas colgadas por todas partes dificultaban la búsqueda, girase donde girase se encontraba envuelta en un mar de tela blanca. Por lo que, en vez de guiarse por la vista cambió de táctica, usando esta vez el sentido del oído siguió los llantos de la mujer y los gritos de Gilbert.

–¡¿Señorita?! – Gritaba el chico a lo lejos – ¡¿Señorita?!

No tardó mucho en encontrar la cabellera desordenada de Gilbert, ambos se sonrieron levemente ante el encuentro antes de volver a mirar al frente. Los gritos de dolor y llanto los condujeron hasta una pequeña choza con el techo de paja. La mujer yacía sentada dentro de la choza, aun con la cara llena de lágrimas y dolor.

Nota mental: No tener hijos nunca.

Lo primero que le vino a Emma en ese momento no fue pena, preocupación o pánico, sino asco. No por el hecho de estar apunto de presenciar un parto -que también- pero el hedor de esa estancia era terrible, tanto que incluso la mareo. Había una mezcla de "fragancias" entre heces, sudor, barro y fango, todo comprimido en ese minúsculo lugar.

Trago en seco, observando a Gilbert quitarse el chaleco y el gorro, para después arremangarse la cedida camisa blanca a la altura de los codos. Comenzó a hablar, intentando tranquilizar a la mujer, quien se sacudía por las contracciones.

Segunda nota mental: Recordar que Gilbert es malísimo tranquilizando a la gente nerviosa.

– Señorita – Pero el muchacho no parecía darse por vencido, aun cuando los gritos de la mujer se intensificaron –, se que tiene miedo. – La mujer aún lloraba, tumbada en el suelo. Gilbert pareció meditar sus palabras, pensando en que decir para calmarla.

– ¿Cómo se llama? – Le interrumpió Emma, interrumpiendo su voto de silencio.

Con la mano, despacio para no alterarla, se quitó la gorra que dejaba preso su cabello, haciéndolo caer a la altura de sus hombros. Quizás el saber que no era un hombre blanco sino más bien una mujer la ayudaba a tranquilizarse. La verdad es que no tenía ni idea de que hacia. Gilbert la miró, era una mezcla extraña entre confundido y ¿aliviado?, Emma no estaba del todo segura.

– Ruth – respondió la mujer momentos después, aún insegura ante la presencia de ambos.

Emma no pudo evitar soltar un suspiro, aliviada, al menos comenzaba a hablarles, lo que facilitaría mucho lo que quiera que tenía pensado Gilbert hacer.

– Ruth – Repitió Gilbert, mas para si mismo que para cualquiera, sorprendido – Ruth, yo soy Gilbert.

Odiaba decirlo, pues lo entendía perfectamente, pero no podía soportar los gritos. El ruido era tan intenso y tan repetitivo que le taladraban los oídos y se le revolvía la tripa al pensar en el dolor que Ruth debía de estar sintiendo. Aunque parte de ese sentimiento de descomposición que sus tripas estaban experimentando también se podía deber al intenso olor y la sangre, ay como odiaba la sangre.

𝑻𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒊ó 𝒎𝒊𝒔 𝒔𝒖𝒔𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 [𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝑩𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆 𝒙 𝑶𝑪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora