30 | Exams

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.:. CHAPTER THIRTY .:.
( EXÁMENES )

A medida que se aproximaba Junio, los días se volvieron menos nublados y más calurosos, lo que a todo le apetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de jugo de calabaza bien frió

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A medida que se aproximaba Junio, los días se volvieron menos nublados y más calurosos, lo que a todo le apetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de jugo de calabaza bien frió.

Pero no podían hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar de holgazanear, los estudiantes tenían que permanecer dentro del castillo haciendo enormes esfuerzos por concentrarse mientras por las ventanas entraban tentadoras ráfagas de aire estival.

Harry y Ron habían dejado de preguntar a las chicas cómo se las apañaba Hermione para acudir a tantas clases a la vez, pero no pudieron contenerse cuando vieron el calendario de exámenes que tenía. La primera columna indicaba:

LUNES

9 en punto: Aritmancia

9 en punto: Transformaciones

Comida

1 en punto: Encantamientos

1 en punto: Runas Antiguas

—¿Hermione? —dijo Ron con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmente cuando la interrumpían—. Eeeh… ¿estás segura de que has copiado bien el calendario de exámenes?

—¿Qué? —dijo Hermione bruscamente, tomando el calendario y observándolo—. Claro que lo he copiado bien.

—¿Serviría de algo preguntarles cómo vas a hacer, Hermione, dos exámenes a la vez?

—Nop —respondió Emma, mientras pasaba la página de su libro.

—¿Han visto mi ejemplar de Numerología y gramática? —preguntó Hermione, después de indicar que estaba de acuerdo con la respuesta de su amiga.

—¿No lo guardaste en…?

Emma y Hermione empezaron a revolver entre montañas de pergaminos en busca del libro. Entonces se oyó un leve roce en la ventana. Hedwig entró aleteando, con un sobre fuertemente atenazado en el pico.

—Es de Hagrid —dijo Harry, abriendo el sobre—. La apelación de Buckbeak se ha fijado para el día 6.

—Justo el día en que terminamos los exámenes —observó Emma, que seguía ayudando a Hermione a buscar el libro.

—Y tendrá lugar aquí. Vendrá alguien del Ministerio de Magia y un verdugo.

Las chicas levantaron la vista, sobresaltadas.

—¡Traen a un verdugo a la sesión de apelación! —dijo Hermione—. Es como si ya estuviera decidido.

—Sí, eso parece —dijo Harry pensativo.

Emma y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora