28 | Hit on the face

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.:. CHAPTER TWENTY EIGHT .:.
( GOLPE EN LA CARA )

Mientras Emma subia las escaleras hasta la sala común de Gryffindor, se encontró con Harry y Ron

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Mientras Emma subia las escaleras hasta la sala común de Gryffindor, se encontró con Harry y Ron.

—… y como te decía: no debiste hacer eso —continuó Ron—. O tal vez sí. No, ¿sabes qué? Sí, si debiste hacer eso.

—Ponte de acuerdo, Ron —dijo Harry, qué en caminaba al lado derecho de Emma.

—¿De qué hablan? —preguntó la castaña.

—Pues de que… —Ron miró a Harry de reojo—, eh… que no debió robarle una paleta a un chico de cuarto. ¡Pero como la compartió conmigo si debió!

—Si, claro —dijo Emma sarcásticamente, mirándolo con diversión—. De casualidad no hablan de un…

Estaban por atravesar el retrato de la torre de Gryffindor cuando vieron a Hermione salir.

—Me ha enviado esto —dijo, tendiéndoles una carta. Harry la tomó y la leyó en voz alta.

Queridas Emma y Hermione:

Hemos perdido. Me permitirán traerlo a Hogwarts, pero van a fijar la fecha del sacrificio.

A Buckbeak le ha gustado Londres

Nunca olvidaré toda la ayuda que nos han proporcionado.

Hagrid

Emma sentía sus ojos humedecerse. En toda las visitas que había tenido junto a Hermione a la cabaña de Hagrid la había tomado gran cariño al hipogrifo. No podía creer lo que le iban a hacer por culpa de Malfoy.

—No… no pueden hacer eso —murmuró la castaña con su voz entrecortada.

—No pueden hacerlo —dijo Harry, tomando la mano de su novia—. No pueden. Buckbeak no es peligroso.

—El padre de Malfoy consiguió atemorizar a la Comisión para que tomarán esta determinación —dijo Hermione secándose los ojos—. Ya saben cómo es. Son unos viejos imbéciles y los asustó. Pero podremos recurrir. Siempre se puede. Aunque no veo ninguna esperanza… Nada cambiará.

—Sí, algo cambiará —dijo Ron, decidido—. En está ocasión no tendrán que hacer ustedes solas todo el trabajo. Yo las ayudaré. Te ayudaré Hermione.

—¡Ron!

Hermione le echó los brazos al cuello y rompió a llorar. Ron, totalmente aterrado, le dió unas palmadas torpes en la cabeza. Hermione se apartó por fin.

Emma y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora