04 | Trip to hogwarts

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.:. CHAPTER FOUR .:.
(VIAJE A HOGWARTS)

La mañana siguiente, fue nuevamente Harry quien despertó a Emma de su muy profundo sueño

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La mañana siguiente, fue nuevamente Harry quien despertó a Emma de su muy profundo sueño.

—Vamos, Dai —susurró en el oído de la castaña mientras la sacudía levemente—, despierta.

—Pero tengo sueño —se quejó Emma, acurrucándose.

—Lo sé, pero llegaremos tarde a la estación.

—Extraño las vacaciones —dijo Emma, abriendo sus ojos con pesadez—.  Buenos días, Harry.

—Buenos días, Emma —saludó Harry.

—Me iré a cambiar —anunció la castaña, poniéndose de pie. Harry asintió.

Emma salió de la habitación y se dirigió a la suya, donde se encontró con Felix durmiendo muy cómodamente en su cama.

—Eres un dormilón, ¿ah que si? —bromeó Emma, mientras le daba un beso en la cabeza al gato.

La castaña tomó una rápida ducha y se vistió. Verifico que todo estuviera en su baúl, y bajo al comedor junto a Felix, donde todos esperaban para desayunar.

Cuando acabó el desayuno, todos estaban muy ajetreados. Bajaban los baúles por la estrecha escalera del Caldero Chorreante y los apilaban en la puerta, junto a las jaulas de Hedwig, Beauty y Hermes, la lechuza de Percy. Al lado de los baúles habían dos pequeños cestos, y uno bufaba ruidosamente.

—Vale, Crookshank —susurró Hermione a través del mimbre—, te dejaré salir en el tren.

—No lo harás —dijo Ron terminantemente—. ¿Y la pobre Scabbers?

Se señaló el bolsillo del pecho, donde un bulto revelaba que Scabbers estaba allí acurrucada.

Emma iba a replicar, diciendo que iban a estar muy atentas a Crookshank, cuando el señor Weasley, que aguardaba fuera de los coches del Ministerio, se asomó al interior y dijo:

—Aquí están. Vamos, Harry, tu también Emma.

El señor Weasley condujo a Harry y a Emma a través del corto trecho de acera hasta el primer de los dos coches antiguos de color verde oscuro, los dos conducidos por brujos de mirada furtiva con uniforme de terciopelo verde esmeralda.

—Suban —dijo el señor Weasley, mirando a ambos lados de la calle llena de gente. Harry ayudó a Emma a subir a la parte trasera del coche, y enseguida se reunieron con ellos Hermione, Ron y Percy.

El viaje hasta King's Cross fue muy tranquilo. Llegaron a la estación con veinte minutos de adelanto; los conductores del Ministerio les consiguieron carritos, descargaron los baúles, saludaron al señor Weasley y se alejaron, poniéndose, sin que se supiera cómo, en cabeza de una hilera de coches parados en el semáforo.

Emma y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora