07 | Soulmates

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.:. CHAPTER SEVEN .:.
( ALMAS GEMELAS )

—Durante el último trimestre —continuó la profesora Trelawney—, pasaremos a la bola de cristal si la interpretación de las llamas nos deja tiempo

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—Durante el último trimestre —continuó la profesora Trelawney—, pasaremos a la bola de cristal si la interpretación de las llamas nos deja tiempo. Por desgracia, un desagradable brote de gripe interrumpirá las clases en febrero. Yo misma perderé la voz. Y en torno a Semana Santa, uno de ustedes nos abandonará para siempre. —Un silencio muy tenso siguió a este comentario, pero la profesora Trelawney no pareció notarlo—. Querida —añadió dirigiéndose a Lavender Brown—, ¿me podrías pasar la tetera grande de plata?

Lavender dió un suspiro de alivio, se levantó, tomó la enorme tetera de la estantería y la puso sobre la mesa, ante la profesora Trelawney.

—Gracias, querida. A propósito, eso que temes sucederá el 16 de octubre. —Lavender tembló—. Ahora quiero que se pongan por parejas. Tomen una taza de la estantería, vegan a mí y las llenaré. Luego tomen asiento y beban hasta que sólo queden los posos. Remuevan entonces los posos agitando la taza tres veces con la mano izquierda y pongan luego la taza boca abajo en el plato. Esperen a que haya caído la última gota de té y pasen la taza a su compañero, para que la lea. Interpretarán los dibujos dejados por los posos utilizando la página 5 y 6 de Disipar las nieblas del futuro. Yo pasaré a ayudarlos y a darles instrucciones. ¡Ah!, querido… —asió a Neville por el brazo cuando el muchacho iba a levantarse— cuando rompas la primera taza, ¿serás tan amable de tomar una de las azules? Las de color rosa me gustan mucho.

Como es natural, en cuanto Neville hubo alcanzado la balda de las tazas, se oyó el tintineo de la porcelana rota. La profesora Trelawney se dirigió a él rápidamente con una escoba y un recogedor, y le dijo:

—Una de las azules, querido, si eres tan amable. Gracias…

Cuando Emma y Hermione llenaron las tazas de té, volvieron a la mesa y tomaron con tranquilidad la ardiente infusión. Todo lo contrario a Harry y Ron, que tomaron rápidamente.

—Bien —dijo Ron, después de abrir los libros por las páginas 5 y 6—. ¿Qué ves en la mía?

—Una masa marrón y empapada —respondió Harry.

Emma se atragantó a causa de la risa que le había provocado el concurrente comentario.

—¡Ensanchen la mente, queridos, y que sus ojos vean más allá de lo terrenal! —exclamó la profesora Trelawney sumida en la penumbra.

—¿Estás bien? —le preguntó Harry a la castaña. Emma asintió con la cabeza mientras ponía boca abajo a su taza.

Harry volvió a la taza de Ron.

—Bueno, hay una especie de cruz torcida… —dijo consultando Disipar las nieblas del futuro—. Eso significa que vas a pasar penalidades y sufrimientos… Lo siento… Pero hay algo que podría ser el sol. Espera, eso significa mucha felicidad… Así que vas a sufrir, pero vas a ser muy feliz…

Emma y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora