38 | Time travel

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.:. CHAPTER THIRTY-EIGHT .:.
( VIAJE EN EL TIEMPO )

Ambos echaron a correr

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Ambos echaron a correr. Atravesaron los huertos hasta los invernaderos, se detuvieron un momento detrás de éstos y reanudaron al camino a toda velocidad, rodeando el sauce boxeador y yendo a ocultarse en el bosque…

—No sé como lo lograremos —dijo Emma jadeando—, pero ahora tenemos que ir a la cabaña de Hagrid sin que nos vean. Tenemos que tener mucho cuidado.

Anduvieron en silencio entre los árboles, por la orilla del bosque. Al vislumbrar la fachada de la cabaña de Hagrid, oyeron que alguien llamaba a la puerta. Se escondieron tras un grueso roble y miraron por ambos lados. Hagrid apareció en la puerta tembloroso y pálido, mirando a todas partes para ver quién había llamado. Y Emma escuchó la voz de Harry decir:

—Somos nosotros. Llevamos la capa invisible. Si nos dejas pasar; nos la quitaremos.

—No deberían haber venido —susurró Hagrid.

Se hizo a un lado y cerró la puerta rápidamente.

—Esto es lo más raro en que me he metido en mi vida —dijo Harry con entusiasmo.

—Ni me lo digas —susurró Emma—. Pero ahora lo principal es Buckbeak. ¡Vamos!

Avanzaron sigilosamente hasta que vieron al nervioso hipogrifo atado a la valla que circundaba la plantación de calabazas de Hagrid.

—¿Ahora? —susurró Harry.

—¡No te muevas porque te mato! —amenazó Emma—. Perdón, quiero decir, si nos lo llevamos ahora, los hombres de la comisión creerán que Hagrid lo ha liberado. Hay que esperar hasta que lo vean atado.

—Eso supone unos sesenta segundos —dijo Harry.

En ese momento oyeron romperse una pieza de porcelana.

—Ya se le cayó la jarra a Hagrid —dijo Emma—. En un momento Hermione encontrará a Scabbers.

Efectivamente, minutos después oyeron el chillido de Hermione.

Dai —la llamó Harry de repente—, ¿y si entráramos en la cabaña y nos apoderásemos de Pettigrew?

—No, lo siento, Harry —le respondió  Emma—. A mi también me gustaría, pero eso es imposible. Estaríamos rompiendo una de las leyes más importantes de la brujería. Nadie puede cambiar lo ocurrido. Si nos llegarán a ver…

—Sólo nos verían Hagrid y nosotros mismos.

—¿Qué harías si te vieras a ti mismo entrar en la cabaña de Hagrid y quitarle la rata a Ron?

Emma y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora