CAPÍTULO XXXII

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Pov general:

Addison le había marcado en la noche pero ella no había contestado. Intentaba digerir y pensar en que haría al respecto.

Aún seguia sentada dentro de su auto en el estacionamiento del hospital. Pero alguien la saco de sus pensamientos espantandola.

-¿Qué haces ahí? -Mark la miraba extraño.

-Hola. -bajo y cerro su coche. -Pensaba unas cosas. -sonrió.

-¿Todo en orden? -beso su mejilla.

-Todo en orden. Es que llegue algo temprano y tengo cita con la terapeuta en 5 minutos para ser exactos. -miro su reloj.

-Te acompaño. ¿Cómo estas con Addison?

-Bien. -no quería comentarle algo, ya era hasta vergonzoso.

-Bueno aquí estamos. Te dejo. Te veo luego, suerte. -beso su frente.

-Gracias. -lo vio irse, no tenía cita, había mentido. No quería hablar con nadie.

Espero a que se marchara y se fue a su oficina. Para su suerte su abogado estaba ahí.

-Buen día licenciado no sabía que vendría hoy.

-Siento venir sin avisar. ¿Podemos hablar?

-Claro, pasemos.

Ambos ingresaron.

-Tome asiento, usted dirá.

-Tenemos audiencia para este jueves, ambas partes firmaran de común acuerdo.

-Fue rápido. -estaba algo sorprendida.

-Su esposa el estar de acuerdo. Hizo tdo más fácil.

-Entiendo. -le dio algo de nostalgia.

-La estaré llamando para darle el horario y verla alli.

-Bien, gracias. -sonrio.

-A usted. Que tenga un buen día.

El hombre se puso de pie y se marcho cerrando la puerta detrás de él.

Callie se sentó sobre su silla y cerro los ojos.

*flasback*

-Wow Calliope, esto esta tan lindo. -Arizona recorría con la mirada la habitación en uno de las mejores hoteles de la ciudad.

Sofia apenas era una bebé, Mark la cuidaria por esa noche mientras ellas intentarían tener su luna de miel.

-Se que no podemos viajar ni nada, creí que esto te gustaría.

-No es el lugar cariño, es la persona. Tú. -se acercó a ella y la beso. -Te amo, soy la mujer más feliz del mundo junto a ti.

-Lo tenemos todo Arizona. Jamás creí que mis sueños se hicieran realidad. Soy mamá, tengo una esposa hermosa que me ama, mi familia. Soy afortunada.

-Te mereces eso y más mi amor. -la besó una vez, comenzó tierno y se volvió fogoso. La ropa comenzó a desaparacer.

[...]

-¿Cómo fuiste capaz de hacerme algo así? Después de todo lo que yo hice por tí. -Callie gritaba en medio del llanto.

-No lo sé, perdóname. No se que pasó. -Arizona cubría su rostro con ambas manos.

-Tenemos una hija, estamos casadas. Superamos las cosas. O al menos eso creía hasta hoy.

-Jamas quise engañarte, perdóname.

CAER EN LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora