CAPÍTULO CIV

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Pov General

Callie salía de su casa cuando vio que la camioneta de su padre se estacionaba frente a su casa.

-Mi amor. -sonrió.

-Papi, que sorpresa.

Camino a él y lo saludo.

-¿Cómo está mi niña?

-Muy bien. ¿Tú? ¿Todo esta bien? -guardo la llave en su bolsa.

-Todo bien mi amor, quería recogerte para que veas lo de tu coche.

-Papi, no vas a obsequiarme uno, yo puedo comprarlo.

-No dije que no, pero te llevare a que lo hagas de una vez, no puedes seguir gastando en taxi o ubers, mi nieta tiene que viajar contigo al volante.

-Esta bien, vamos de una vez.

-¿Tienes algo en mente?

-Si, quiero algo amplio, una camioneta.

-Vamos de una vez. -sonrio. -Me encanta gastar.

-Oye, yo lo haré.

-Si, tú. Claro cielo. -sonrió.

Callie lo observo con desconfianza.

...

De camino su padre le platicaba como llevaba su madre su nuevo estilo de vida desde que estaba en reposo.

Callie evitaba que él l emocionara sobre Sofia aunque sabía que en el cualquier momento lo haría y sin aviso.

-Tiene que ser una que entre en mi garaje.

-¿Qué tal está azul?

-Es linda, si. Veamos la por dentro.

Subió y quedó maravillada.

-Me encanta. Y trae pantalla atrás para Sofia. -sonrió.

-Es más amplia de lo que se ve desde afuera.

-Lo es. Definitivamente será esta.

-Que bueno porque--. -guardo silencio y bajo.

-¿Papá? -lo siguió. -¿Qué pasa?

-Señor Torres buenos días, veo que trajo a su hija. -asintió un hombre de traje.

-Así es. -sonrió orgulloso.

-¿Ya habías estado aquí? -indago Callie.

-Con mi nieta, ella dijo que tu escogería esta, ¿cierto John?

-Cierto Carlos. -sonrió.

-¿Y luego? -se cruzo de brazos.

-Felicitaciones. -Le entrego la llave.

-Papá, ¿qué hablamos? -se cruzo de brazos.

-Lo hablamos cuando ya estaba hecho, lo siento. -se disculpo.

-¿Qué haré contigo?

-¿Amarme?

El vendedor junto a su hija se miraron y no pudieron evitar reír.

...

La dejo en el hospital y prometió dejarle su carro nuevo en el estacionamiento cuando todo estuviera listo.

Entro a la oficina y la encontró durmiendo.

-Mi amor. -beso su mejilla.

Addison abrió con lentitud sus ojos y sonrió.

-Hola. ¿Qué hora es? -froto sus ojos.

-Temprano, solo venia a saludarte. Sigue durmiendo. -beso sus labios.

CAER EN LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora