CAPÍTULO LXXVII

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Pov General

Addison se acerco rápidamente a Callie que estaba en el suelo, consciente pero su bata está manchada.

-Mi amor, mi amor. ¡Miranda! -grito desesperada.

-Esa mujer... me cuesta respirar.

-Tranquila, ya paso. Respira.

-Addison. -lloro.

Miranda ingreso rápidamente junto a los demás que se encontraban ahí.

Para su suerte no fue nada de gravedad, solo un rozon en el brazo izquierdo.

La otra mujer habia recibido un disparo en la mano por la gente de Carlos.

Carlos como Mark estaban ahí cuando Addison salió.

-¿Cómo está? ¿Qué paso? -hablo Carlos preocupado.

-Ella esta bien, solo un poco nerviosa. No fue nada de gravedad.

-¿Dónde está Luke y Román?

-Hablando con la policía.

-Entiendo, necesitamos verla por favor.

-Vengan conmigo.

Carlos se dirigió rápidamente a Callie que estaba sentada en la cama.

-Cariño. -la abrazo. -¿Te sientes bien?

-No pensé que esto fuera a pasar, le reste mucha importancia.

-Hey tranquila. -Mark la abrazo.

-No quiero que Sofia sepa de esto.

-Tranquila, se lo dirás cuando quieras.

-Por lo pronto iremos a casa, debes descansar tu brazo ¿si?

Callie asintió.

-Revisare que Luke y Román estén listos, ya regreso.

Carlos salió.

-Mi hija pudo estar aquí, no se que--

-Ya deja de pensar en eso cariño, a pesar de todo resultó bien.

-Debí hacerles caso. -sollozo.

-Tranquila Torres. -la abrazo nuevamente. -Vamos que las dejaré en tu casa.

-Oigan ¿y ella está bien?

-Ella esta bien, ya esta en manos de la justicia.

-¿Y Dan?

-Se fue hoy pero llámalo después ¿ya?

-Él también estaba herido.

-¿Qué? -pregunto Mark totalmente confundido.

-Ella lo atacó fuera de su trabajo.

-¿Se veían venir esto y no me avisaron? ¿Son o se hacen?

-No te enojes, no sabíamos que pasaría.

-Aun así.

-Ya Mark, mejor llevemos a Callie a su casa. Debe descansar.

-Bien, vamos.

Addison la ayudo a bajar y se marcharon, ya había dado su declaración y esa mujer ya no podría hacerles daño.

-Recuestate aquí e iré por un té.

-No, quédate un momento conmigo ¿si?

-Aquí me quedare.

-Tuve tanto miedo. Debí prestar atención a lo que me dijiste, perdón.

CAER EN LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora