CAPÍTULO XLIII

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Pov Addison:

No había tenido tiempo siquiera de sujetarla cuando corrió. Cuando me di cuenta ya estaba llegando al interno.

-¿Callie? No, no. ¿Qué haces? -grité.

-¡¡TORRES!!

Corrimos detrás de ella y respire aliviada cuando la vi al otro lado en el suelo sujetandolo.

-Maldita sea Callie. -enfurecí.

-Es que no si lo quitaba, él no lo haría. -se disculpo poniendose de pie.

-¿Qué te pasa niño? Si un titular te dice que te muevas lo haces. -gritó Miranda.

-Lo sé. Perdón. Discúlpeme doctora Torres, no volverá a suceder.

-Eso espero. Porque ella no puede estar haciendo esto, tiene una hija y gente que... la espera en su casa. -estaba tan molesta, sobre todo con ella. Se que me miro sin entender pero era ¿enserió?

-Vamos a la ambulancia. -sugirió Miranda.

-Addison... -Callie intento tomarme del brazo pero me quite.

Era mejor ponernos a trabajar. Por suerte era algo sencillo que no requiero de mucho.

Me fui por un café y a mi oficina, debía intentar relajarme.

Estaba con los ojos cerrados cuando oí que golperon la puerta.

-Pase. -me acomode sobre el sofá.

-Hola. Traje café. -Callie sonreía con dos tazas en sus manos.

-Tengo el mío. -volvi a cerrarlos.

-¿Estas cansada? -masajeo mis piernas.

-Estoy bien.

-¿Qué te sucede? -no la mire.

-Nada. Estoy descansando.

-Otras veces te hubieras parado a saludarme o algo... ¿no tienes frió? -sentí sus manos sobre mi abdomen.

-Estoy descansando. -respondí otra vez.

-Entiendo. Nos vemos luego entonces. -se puso de pie y se fue.

Abrí los ojos y me sentí mal. Tal vez había sido demasiado. Pero estaba molesta con lo que había hecho. ¿Tirarse frente a una ambulancia? ¿En que demonios pensaba?

Pov Callie:

Al parecer Addison no estaba de humor y yo no tenía porque soportar que me ignorara. Hubiera preferido que me gritara o me reclamara. Extrañaba a Mark. Me encerré en un cuarto de descanso y llamé a Sofia.

-Hola mami.

-Hola mi amor. ¿Cómo estas?

-Bien mamá. Hoy no fui a la escuela porque los caminos estaban cerrados. Lex me hizo un chocolate calentito. -sonrió.

-Que bueno cariño. ¿Y que has hecho?

-Estuvimos acomodando unas cosas de mi hermanito e hicimos galletas con mi papá.

-Me alegro que a pesar de todo estes disfrutando.

-Si. ¿Mami te sucede algo? Estas extraña.

-Nada mi amor. Estoy cansada y tengo frio. Yo si tuve que venir a trabajar pero ya casi me voy. -sonreí.

-Ah bueno. Abrígate mucho ¿si? Hace muchísimo frio.

-Lo haré mi amor. ¿Sabias que te amo más que a nada? ¿Qué eres todo lo que necesito para ser feliz?

-Lo se mami. Yo te amo muchísimo, inmenso y me haces muy feliz. Y quiero que siempre estemos juntas. -lanzo un beso.

CAER EN LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora