CAPÍTULO LX

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Pov Callie

Mis manos sudaban, estaba tan nerviosa, hacia años que no veía a mi madre y dudaba de su presencia aquí, ¿que era lo que queria? ¿A caso algo había sucedido con mi papá?

-¿Segura quieres que te deje sola?

-Si, ve tranquila. Es mi madre, no puede hacerme tanto daño. -sonreí aún nerviosa por la idioteces que acababa de decir.

-Bien, esperare en mi oficina, por favor búscame cualquier cosa.

-Ok. Gracias. -cuando la bese la puerta sonó.

-Te veo luego. -al salir Addison se topo con una mujer completamente seria, quien apenas respondió a su saludo, parecía analizarla hasta que cerró la puerta detrás de ella.

-Hola Calliope.

-Hola mamá. ¿Paso algo con mi papá? -me senté en mi silla.

-Nada, esta en una junta. Decidí venir yo sola. ¿Cómo has estado?

-Muy bien, gracias. ¿Tú? -me sentía tan rara, parecíamos dos extrañas que acababan de coincidir en una sala de espera.

-Muy bien. Supe que te divorciaste.

-Así es. Hace unos meses. -afirme.

-¿La niña la tienes tú?

-¿Dices si esta semana le toca conmigo? Si, solo que esta quedándose con Mark porque nació su hermanito. -sonreí.

-¿Estabas embarazada? -se mostró sorprendida.

-No, Mark fue papá nuevamente.

-Ah. ¿Pero tienes la patria potestad tu sola con Mark?

-No, los tres la compartimos, es lo que corresponde.

-La niña es Sloan Torres, no lleva el apellido de esa mujer.

-Bueno, no entraremos en detalles, lo importante es que mi hija sabe quienes es y quienes son sus padres.

-Veo que sigues sin entrar en razón.

-¿A que viniste mamá? -resople. Seguía sin entender su presencia.

-A ver si habías recapacitado pero veo que no.

Y ahí estaba la misma Lucia de años atrás.

-Pierdes tu tiempo si buscas algo que no va a pasar.

-¿No le temes a las consecuencias?

-No las hay.

-¿Y que piensas que fue lo del bar?

-¿De que hablas?

-Sabes de que hablo y no, no lo supe por tu padre.

-Es mejor que te vayas, no hay motivos para seguir haciendo esto. -aclare mi garganta.

-Soy tu madre.

-Si pero tu no vas a cambiar, sigues sin aceptar que tienes una hija que es bisexual, que le gustan a veces los hombres y a veces las mujeres.

-¡CALLATE!

-No, viniste hasta mi oficina ¿para qué? Yo no soy quien debe cambiar.

-Tienes la oportunidad de darle una vida mejor a tu hija pero eliges seguir por este de camino.

-Mi hija es feliz, es libre de ser quien quiera ser.

Camine a la puerta, ya no veía porque debía seguir ahi, abri la puerta y ella parecio sorprenderse.

-Es mejor que te vayas mamá.

-¿Me estas echando?

-Hace años tu decidiste alejarte, me rechazaste junto a mi hija, hoy vienes aquí buscando algo que sabes que no pasará, no voy a cambiar por ti ni por nadie, no voy a dejar que vuelvas a lastimarme o que vayas a lastimar a mi hija.

CAER EN LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora