10 - Los tres osos

45 5 0
                                    

Historia, personajes y redacción por Garrick16


— Debe haber otra opción — dice su madre, esforzándose por ocultar sus lágrimas.

— No la hay — responde su padre intentando mostrarse sereno — No hay tiempo que perder, deben escapar de aquí, rápido. — suplica mientras sujeta las manos de ella.

Aurelio mira a sus padres darse un último abrazo. Su padre, un Oso imponente y robusto y su madre, una bella osa, amorosa y valiente, comparten un momento amargo, intentando ganar todo el tiempo posible pese a la premura. Pese a todo, los sonidos violentos del exterior se acercan más y más.

Tras besar a su esposa, el padre mira a su hijo, tomándole por el hombro.

—  Aurelio, hijo mío — le habla con una seriedad sepulcral — cuida de tu madre hasta que yo vuelva.

— ¿Por qué no vienes con nosotros? — le cuestiona Aurelio, intentando contener lágrimas de angustia — podemos escapar juntos.

La madre se cuestiona lo mismo, pero no responde.

— Tengo un deber con la colonia, debo protegerlos. Ellos, como tú, también tienen miedo, y está en mí y en los otros guardianes protegerlos, es nuestro deber. — explicó mirándole a los ojos.

Deber, Aurelio no logra comprender lo que su padre dice. Si tiene un deber, es con su familia, no con extraños que se encontró a lo largo del camino, comprende que deba hacerlo, comprende que es su deber, pero su familia, su esposa y su hijo, por un instante, solo por un segundo, lo odian por decir eso.

— Tu deber ahora es proteger a tu madre — retoma su padre— No temas luchar, recuerda tu entrenamiento — le pide dándole un golpecito en su pecho.

Aurelio baja la mirada, reflexionando las palabras.

— Yo no soy como tú, padre. Yo no soy tan fuerte, no soy tan valiente, yo... — su padre le acaricia la mejilla, sin dejarle hablar.

— Eres fuerte, más de lo que tú crees — le sonrió —. Cuando llegue el momento, entenderás que a veces es necesario luchar por tus ideales, luchar por aquello que vale la pena proteger, y cuando eso suceda, sé que sabrás que hacer — su padre lo toma de ambos hombros —. Recuerda esto, vivimos en un mundo cruel, lleno de crímenes e injusticias, y no importan que tan bueno seas, la tragedia llegara a tu vida —pronunció con cruda verdad —; pero tú eres más fuerte que todo eso y tu corazón debe mantenerse firme, pase lo que pase. No dejes que la adversidad cambie tu corazón. Se que sabrás que hacer, eres mi hijo después de todo — le asegura con una sonrisa triste, tras lo cual le abraza con fuerza.

Aurelio no piensa con claridad, quiere creer en las palabras de su padre, pero su corazón apenas lo asimila. Después, su padre le besa la frente, transmitiéndole un sentimiento cálido y a la vez amargo. De golpe, el momento se rompe con los gritos de otros agrestes a lo lejos, alertando a la familia.

Su padre toma una lanza, afianza una armadura improvisada y mirando a su esposa, sale de la casa lleno de convicción, desapareciendo entre los agrestes que corren asustados.

La madre reacciona, toma lo poco que puede, comida, un poco de ropa y quizá algo para defenderse, Aurelio toma un bolso, meten todo dentro y sin dilación, salen de la casa para encontrarse con el caos.

Rakonto Drakone - FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora