34 - La asamblea de las herramientas

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Historia y personajes: Garrick16

Escrito por: Raziel Cosme



Garrido caminó atento por todo el campamento, para constatar que el perímetro estuviera vigilado por sus hombres. Temía un ataque de ColorCo a su base o de agrestes desplazados, así que no quería fallas que pusieran en peligro la misión que se gestaba. Con su voz dura y profunda, daba órdenes precisas para corregir el más mínimo detalle, algo que sus hombres acataban de inmediato y sin titubeos.

Candor y Vigor, en privado, observaron con escepticismo el manejo y autoridad que Garrido tenía de su personal, aunque manejaban armas de grueso calibre, mostraban respeto y sumisión frente al luchador enmascarado.

— ¿De dónde sacó a toda esta gente Garrido? —preguntó Candor con incomodo asombro.

— No lo sé, no le conocía esta faceta de general malo— explicó Vigor.

— ¿En verdad? ¿no sabes en qué está metido tu amigo? — cuestionó el general.

— Tengo poco tiempo de conocerlo y en ese tiempo, ha demostrado ser de confianza. No sé si considerarlo un amigo, ya que no le conozco por completo, pero confiaré en lo que hace — reconoció Vigor, tras lo cual hizo una pausa —. Es triste que tú hagas esa pregunta. — se sinceró sonriendo con tristeza — Antes éramos buenos amigos, pero ahora nos hemos vuelto enemigos en tregua.

Candor guardó una pausa de silencio, bajó la mirada y después levantó la cabeza mirando las estrellas.

— Yo siempre te tuve entre mis amigos verdaderos en ColorCo — dijo Candor con nostalgia en sus palabras—. Nunca entendí porque te desapareciste sin despedirte.

— Sabes que nunca acepté ser cómplice de las atrocidades que realizaba ColorCo con los agrestes — confesó Vigor frunciendo las cejas —. ¿Recuerdas, cuántas veces discutimos de los experimentos desalmados que hacían? ¿Cuántas veces te pedí que alzaras la voz? Te propuse renunciar, pero siempre callaste ante lo que veías.

De nuevo silencio. Los hombres recordaron el pasado y, al mismo tiempo, suspiraron de forma pesada, haciéndoles sonreír por la acción. Candor, por una vieja costumbre, estuvo a punto de palmear la espalda de Vigor, como lo hubiera hecho años atrás, pero se contuvo. Fue Vigor quien hizo el gesto, recobrando la imagen de los hechos pasados que forjaron su amistad.

— Lo recuerdo bien, y entendía tus argumentos, pero también creía y creo que ColorCo es lo mejor para los agrestes, sólo la compañía es capaz de encontrar una cura real para todos ellos — reconoció Candor.

— Si en verdad hubieras entendido mis argumentos, también hubieras escapado antes de convertirte en lo que eres ahora—acusó Vigor—. Una pieza intercambiable, que ha sido desechada cuando ya no fue útil.

— Extrañaba tu franqueza y honestidad — reconoció Candor un tanto molesto —.  Pero creo que tú tampoco fuiste tan honesto, hay cosas que nunca me confesaste — dijo mirándolo directo a los ojos, sabiendo por anticipado a lo que se refería.

— Está bien, te lo diré. Yo dejé escapar a los experimentos 1-2, 1-3 y 1-4 del laboratorio de ColorCo — reveló Vigor levantando los hombros —. Esa sería la única cosa que nunca te dije.

— Siempre lo supe y, sin que te dieras cuenta, te ayudé — confesó Candor con una sonrisa, desconcertando a su viejo amigo —. Por aquellos años, te comportabas de manera sospechosa y comencé a espiarte hasta que descubrí tu plan, así que decidí ayudarte: borraba los archivos de las cámaras de seguridad o reducía la vigilancia en las puertas principales para que escaparas con los experimentos.

Rakonto Drakone - FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora