Capitulo 16

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Altagracia

Los ronquidos de solcito no son impedimento para soñar despierta, y sonreír al recordar todo lo que he vivido últimamente. Soy consciente que es peligrosa mi aventura, pero estar con Jose Luis, es lo único que me hace sentir viva, pues esta locura es como una luz que crece dentro de mi.

He decidido ser valiente, y me he levantado mas temprano de lo normal para dejar la cena preparada, pues me quedare hasta tarde en el colegio, y así finalizar los ensayos de la fiesta que esta por realizarse. Mi excusa, que obviamente no es valida para León, es que Eunice no estará durante esta semana en la ciudad, y yo, como su mejor amiga y maestra, debo quedarme a supervisar que todo este bien en el colegio, y en ultimo lugar, quizás ver a Jose Luis.

<<Todo por Eunice>>

Al entrar al salon veo a Lucho sentado en su pupitre causandome curiosidad, porque aun sabiendo que el siempre llega adelantado, puedo asegurar que es mas temprano de lo habitual.

<<No veré a Jose Luis>>

-Buenos días Lucho- saludo- Has llegado temprano hoy.

El pequeño me mira y luego se levanta de su asiento, con el solo propósito de abrazarme, un gesto que me deja sorprendida, sin embargo, no es impedimento para recibir con cariño su cálido recibimiento.

-Mi papa ha tenido que dejarme mas temprano, porque tiene que operar a una mujer- asegura, volviendo a su mesa de trabajo.

Me quedo contemplando al niño, sin poder entender porque su madre es tan fría con el. Aquí en el colegio es un chico tranquilo, amistoso y ordenado, un pequeño lleno de cualidades, las cuales dudo que desaparezcan al llegar a casa.

-No hay problema en que llegues temprano, aquí seras bien cuidado.... claro, si es que no te molesta levantarte tan temprano- digo, sintiendo curiosidad.

Cuando era niña, jamas tuve problemas, porque mi padre era un militar, por no decir un dictador, pero Lucho no vive con un hombre como el, al contrario, Jose Luis es un hombre maravilloso como padre.

<<Y como otra cosa también>>

-No me molesta, estoy acostumbrado- asegura, haciendo un gesto gracioso con la mano, mientras lo miro embobada al fijarme en el gran parecido que tiene con su padre.

<<Y pensar que creí que era una pervertida... ¡Ufff, de la que me sale!>>

-¿Como era en tu otra escuela? ¿Te gustaba?- pregunto queriendo conocerlo mejor, hasta que recuerdo que sufría bullyng, lo que me hace morderme la lengua por mi estupidez.

-Me gustaba al principio, pero....- hace una pausa, y comprendo que debo intervenir y cambiar de tema, sin embargo, el continua- Mis compañeros eran malos, se enojaban por todo. La maestra hablo con mi mama, pero ella dijo que no quería sacarme de ahí, porque conocía a la mama de Pablito, y con ella iba al gimnasio... Es que ella siempre quiere estar linda para papa.

<<¡Dios!>>

-Lo importante es que ahora estas con buenos amigos, y ya ves, hasta te han elegido rey- comento, intentando subirle el animo que yo misma le he bajado.

<<¿Que clase de maestra soy? ¡Una impertinente!>>

-¡He recordado algo!- exclama de pronto, cambiando el tema radicalmente, algo que agradezco de corazón.

Lucho agarra su mochila, abre uno de los compartimentos, y comienza a buscar algo ahí, mientras me pregunto de que se trata- Mi papa ha mandado una nota, dice que es importante que se la muestre.

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