Capitulo 10

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Jose Luis

Después de esa fatídica salida a la casa de playa, decidimos regresar un día lunes, por lo que Lucho no asistió a clases hasta el día martes.

La semana pasa rápida y llena de responsabilidades en el trabajo, y como ya es costumbre, yendo personalmente a buscar a Lucho al colegio, ayudándolo con las tareas, jugando y leyéndole un cuento antes de dormir.

Mi relacion con Eleonora se resquebrajo en día en que descubrió los arañazos en mi espalda, y aunque soy culpable, el motivo de la ruptura, es como trata a nuestro hijo, con una frialdad que me sorprende.

Puntualmente llego en busca de Lucho al colegio, pero, una vez mas no alcanzo a bajarme del auto, y el corre hacia mi encuentro, entusiasmado de que sea yo quien vaya por el. Por mi parte, lo agradezco, porque a lo lejos puedo ver a Eunice, y, no estoy seguro si se ha enterado de lo sucedido con su amiga, ademas, de estar con el tiempo justo, ya que tengo una operación programada para un par de horas mas.

-¡Tengo algo muy importante que decirte!- exclama, haciendo gestos con su rostro.

-Debes contarme ahora, porque hoy llegare tarde a casa y no tendremos tiempo de conversar- aseguro.

-¿Por que llegaras tarde papa?- cuestiona, mostrándome, a través del espejo retrovisor, una carita triste.

-Tengo una operación importante, ademas, no estarás solo, Roberta estará para acompañarte- digo, sabiendo de que no cuento con su propia madre.

-Esta bien...

-Y, ¿no tenias algo muy importante que contarme?- cuestiono, cambiando el tema, para que esa carita triste desaparezca.

-¡Así es papa!- exclama cambiando el semblante- Prepárate para escuchar esto....- mi hijo abre sus ojos muy ilusionado, provocandome curiosidad de saber que es lo que debe hablar conmigo- Mañana a las seis de la tarde, tendrás una reunión de padres en el colegio- dice, y es inevitable que suelte una risotada, sin entender el porque de su entusiasmo- ¿Por que te ríes papa?

-Lo siento Lucho- me disculpo- Solo que no creí que fuera tan importante para ti una reunión de padres.

-Es importante porque conocerás a mi maestra, pero es otra cosa lo que quería decirte papa.

-¿Que sera?- pregunto con curiosidad.

-¡A Leticia y a mi nos han escogido como rey y reina del curso! ¿Lo puedes creer?

-¡Te felicito!- exclamo, estacionando mi vehículo fuera de casa- Seras el mejor rey.

-Me siento muy feliz. Mis compañeros me eligieron a pesar de ser el nuevo, eso quiere decir que me aprecian, y obvio, me encuentran guapo... para ser rey hay que serlo.

-Por supuesto, guapo igual a tu padre- comento, ante la atenta mirada de mi hijo, hasta que reacciona y se larga a reír.

Al entrar a casa, lo primero que veo es a Eleonora sentada en la sala, y aunque Lucho también se percata de su presencia, hace caso omiso y corre hacia la cocina para contarle a la única mujer que lo escucha en esta casa, sobre su reinado, algo que lo enorgullece, y no tan solo por ser guapo como el lo dijo anteriormente, sino que, se siente apreciado por sus compañeros, y es muy importante para el.

-¡Ey, espera!- lo llamo, antes de que desaparezca de mi vista- Me tengo que ir, ven a despedirte, pues, llegare tarde y no te veré despierto.

Lucho corre hacia mis brazos, nos despedimos con un beso, y luego lo aliento para que vaya hacia la cocina a contarle a Roberta lo de su reinado, no obstante, es interrumpido por Eleonora.

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