Siete de abril de 2014.
—¿Has notado algo extraño, John?
—Podría ser, si —contestó el doctor Watson, al tiempo en que alzaba la mirada de su periódico matutino.
Sherlock estaba tan concentrado en el celular que incluso los dos presentes ni siquiera sabían si estaba o no escuchando, pero al final decidieron seguir hablando.
—Sabina todos los días ha estado muy concentrada en su trabajo que ni siquiera la he visto vagando por la cocina o incluso la sala —expresó Mary, pero al final miró de soslayo al rizado hombre—. ¿Por qué será?
—Realmente tus intentos de parecer indecisa o desinteresada no son de lo más disimuladas, Mary —explicó brevemente el detective consultor.
—Si, bueno, pero igualmente a veces eres tan distraído que no comprendes los detalles pequeños.
Sherlock la miró con atención, con el ceño fruncido y después la señorita Morstan se alzó de su asiento y finalmente sólo se dirigió a la cocina, dejando a solas a ambos hombres.
—Pareces confundido —dijo John.
—Intento desechar información.
—¿Y por qué?
Sherlock no respondió.
—Sherlock —expresó Watson, viéndolo fijamente.
—¿No tenías que ir a elegir más detalles de tu boda con Mary?
—Tienes que disculparte —le avisó el canoso.
—¿Disculpa? —sonó tan indignado, así que John observó la extraña reacción del hombre—. Ni siquiera yo sé por qué se ha enojado y ni me interesa.
—¿Y por qué desechas información de la situación?
—Crees saber todo, John, pero en realidad eso deberías dejármelo a mí —declaró Holmes, así que Watson soltó una risa.
—Sherlock, cada vez que te pregunto algo de ella en estos últimos días, te quedas mirando el vacío y respondes lo mismo: "Desechas información".
—No creo que...
—Llevas alrededor de siete veces durante los últimos tres días —recalcó el canoso.
—¿No tienes nada más importante que contar algo tan ridículo como eso?
—Ridículo tu intento de negarlo —expuso el doctor, elevándose de su asiento para quitarle de golpe el celular a su mejor amigo—. Sherlock, vamos.
—Me pediste que la aceptara, lo hice. Dejé que se quedara, dijiste que serían unos meses y han transcurrido varios.
—¡Sólo han pasado dos meses! —exclamó John, sintiendo cierta irritación.
—¡Y considero que debió tomar el dinero de Mycroft y buscar otro lugar!
—¡Tú, mal...! —pero John se contuvo, tomando aire y después resoplando, al tiempo en que lo señalaba con el dedo—. ¿Por qué te es tan difícil con ella? ¿Por qué?
Sherlock ni siquiera respondió, sino que sólo suspiró con irritación y se cruzó de piernas.
—¡Holmes!
—¡Porque sólo...!
—¡Más te vale no decir ordinaria! —le señaló John, retrocedió y entonces tomó todo el valor y agregó—. ¡Sherlock, ni siquiera la conoces! No has hecho más que apenas conocerla realmente desde el caso de las rosas y apenas la toleras. Y no digas tampoco que es porque es mujer.

ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐢𝐧 𝐑𝐮𝐦𝐛𝐨 𝐲 𝐀 𝐂𝐢𝐞𝐠𝐚𝐬 [𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬]
FanfictionSabina Becker regresa a contactar a John Watson tras varios años sin verse. Necesita su ayuda, ya que ha regresado a su país natal y no tiene idea donde pasar los siguientes meses antes del gran día en que su vida tendría estabilidad. Sin embargo, e...