I: "Regreso"

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~ S A B I N A ~

Veinte de enero de 2014.

Regresar a Londres me ponía los vellos erizados. Llevaba alrededor de diez años sin pisar mi país natal. Era algo que me causaba nervios y una especie de nudo en el estómago.

Recuerdo vagamente mi infancia y las veces en que caminaba junto a mi hermana Robyn de regreso hacia casa luego de un largo día de escuela.

Incluso recuerdo a varios amigos que hasta el día de hoy he perdido contacto. O bueno, a excepción de uno que ahora mismo se encuentra parado frente a la entrada del aeropuerto con ese típico letrero que tenía mi nombre escrito en grandes letras.

SABINA BECKER

No pude evitar sonreír al verlo. Hace tiempo que no lo había mirado. Pero, sin embargo, tuvo un drástico cambio de golpe.

El doctor John H. Watson ahora tenía el cabello canoso, había perdido ese tono marrón. Su rostro había comenzado a retomar esas ojeras que siempre tenía en desvelo, pero pareciera que esta vez estaban realmente marcadas y ya eran parte de su apariencia.

Tenía puesto unos pantalones oscuros ajustados con un cinturón que noté por su camisa de cuadros fajada; tenía una chamarra ligera e inclusive pude observar que sus zapatos estaban perfectamente brillantes y limpios, como siempre era costumbre de él desde que lo conozco.

Seguí arrastrando la maleta, pero esta vez me apresuré un poco el paso y después al fin notó mi presencia alrededor. Al verme a lo lejos, John sonrió amigablemente y comenzó a andar hacia mí.

En cuanto estuvo frente a mí, no pude evitar abalanzarme para darle un fuerte abrazo que pareció sorprenderle un poco al principio, pero al final me correspondió y luego tras unos segundos nos separamos y él habló primero.

—Sabina, cuánto tiempo, ¿cierto?

Y yo no pude evitar soltar una risita y responderle.

—Mucho tiempo, así es, doctor Watson.

—Bueno, pues...hum... ¿bienvenida a Londres...de nuevo? —preguntó algo nervioso y después se ofreció a ayudarme con mi equipaje.

Sonreí con sutileza y luego asenté soltando una risita.

—Así es, Londres de nuevo. ¿Cómo has estado John? Hace nueve años que no sé nada de ti —expresé repentinamente y luego él me miró de reojo mientras andábamos hacia la entrada y salida del aeropuerto.

—Bien, ¿y tú? ¿Qué tal es Estados Unidos? ¿Sigues viviendo ahí?

—En Portland, Oregon —le dije mientras esperábamos que algún taxi nos recogiera. Me crucé de brazos y miré detenidamente al hombre—. Me enteré de tu regreso de Afganistán. ¿Herida de bala?

—En el hombro izquierdo, nada grave. Cojera psicosomática, pero ya estoy mejor luego de tres años —me explicó brevemente y después me observó fijamente mientras ladeaba su cabeza y tenía las cejas unidas en un gesto de curiosidad muy típico de él.

—¿Qué? —le sonreí simpáticamente.

—¿A quién conociste? —preguntó con una sonrisa ladeada y luego haciendo que yo observara el anillo de compromiso que tenía en el dedo anular.

—Historia un poco larga. Ya sabes, lo típico; nos conocimos, salimos, citas, noviazgo y... ¡bum! Comprometida hace medio año.

Él soltó una risita entre dientes y observó cómo un taxi se acercaba. Hizo la señal y luego el transporte se paró frente a nosotros.

𝐒𝐢𝐧 𝐑𝐮𝐦𝐛𝐨 𝐲 𝐀 𝐂𝐢𝐞𝐠𝐚𝐬 [𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora