***Advertencia***
Este capítulo contiene escenas explícitas. Léase con precaución y un abanico cerca._______________________________________________
¿Conoces esa sensación cuando se hace el silencio a tu alrededor y parece que el mundo se detuvo? Pues eso es precisamente lo que Chiara está sintiendo en ese momento.
Jesse y ella se separan y casi por inercia se giran solo para confirmar el origen de aquella inoportuna interrupción aunque tanto una como otro habían reconocido perfectamente esa voz.—Buenas noches, chicos —saludó Ian esbozando una media sonrisa cuando estuvo seguro de haber captado la atención de los sorprendidos compañeros.
—Buenas noches, señor Miller — Fue Jesse el único de los dos en devolver el saludo—. No esperaba verlo por aquí.
—Eso está claro —respondió irónico—, y puedes llamarme Ian, ahora no estamos en la oficina y no soy mucho mayor que tú. La verdad es que no imaginaba que cuando decían eso de "incentivar las relaciones entre los diferentes departamentos del bufete" se tratara de relaciones tan... cercanas.
La pareja no sabía qué responder y el abogado parecía estar disfrutando de su confusión y no iba a dejarlos tan fácilmente.
—Tú eras Jesse ¿no? Si no me equivoco eres mi nuevo asistente — El rubio asintió e Ian se volvió hacia la chica —. Y, Chiara, un gusto verte de nuevo.
Chiara esbozó una fugaz sonrisa por todo saludo y un silencio incómodo se instaló entre los tres. De nuevo fue Jesse el encargado de romperlo.
—¿Le apetece tomarse una copa con nosotros? — Era evidente que aquel ofrecimiento era más por compromiso que por un interés real en que aceptara. Chiara le lanzó una mirada asesina.
—De tú, Jesse, y no, gracias. Mis amigos y yo ya nos marchábamos. Solo me acerqué a comprobar si erais vosotros para saludar porque me pareció reconoceros desde arriba pero ustedes estaban tan "ocupados" que no estuve seguro hasta que os tuve cerca. Por cierto, no sé si saben que, al parecer, la compañía tiene políticas bastante estrictas con respecto a las relaciones personales de los empleados... Pero tranquilos, por mi parte no he visto nada.
—¡Ja! ¡Menuda cara tiene! —masculló Chiara por lo bajo.
—¿Decías algo? —preguntó sarcástico Ian quien, por lo visto, no solo tenía el don de la oportunidad, además contaba con un oído agudísimo.
Chiara negó con la cabeza sin apenas devolverle la mirada.—Pero bueno si tenemos aquí a don desc...
La que dejó inacabada aquella frase no era otra sino Sandra, que se había aproximado al grupo sin que hubieran reparado en ella. Al ver la cara de circunstancia que tenía su amiga comprendió que había estado a punto de meter la pata y frenó en seco.
—Si están aquí mis chicos favoritos — consiguió rectificar a tiempo —. Yo ya terminé mi turno ¿me cambio y nos vamos a tomar algo? Uy, perdón, no me di cuenta que tenían compañía.
Chiara no pudo evitar sonreír ante lo poco disimulada que podía llegar a ser la rubia.
—No te preocupes, nena, el señor Miller es SOLO mi jefe y se ha parado a saludar pero ya se iba ¿no es cierto? —dijo Chiara cuando por fin parecía haber recuperado el don del habla, haciendo hincapié en la palabra "solo".
—Por supuesto, ya los tengo que dejar. Jesse nos vemos la próxima semana por la oficina y a ti, Chiara, espero que volvamos a vernos pronto. Que disfruten de su celebración — Más sarcasmo. Dicho esto se alejó de ellos en dirección a la puerta donde ya es cierto que lo están esperando.
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Déjame volar [+18] ©
RomanceLa vida de Chiara por fin parecía ser la que había imaginado. Había salido de una relación asfixiante, tenía trabajo, había dejado al fin la casa de sus padres, tenía a su mejor amiga y todos los hombres que quisiera. Nada podía salir mal. Entonces...