๑​𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇🪻๑'-╰─── • ⁽ ˢʰᵘᵘᵐᵃᵗˢᵘ ⁿᵒ ᵛᵃˡᵏʸʳⁱᵉ ⁾

Capítulo 31

──Estamos aquí reunidas por petición de Atenea. ──exclamó en lo alto la reina de los dioses, calmando a las féminas presentes.── como pueden ver ningún dios esta presente, así que ya sabrán a que rumbo irá este juicio.

Al notar cierta tranquilidad en las diosas, Hera tomó asiento en su trono haciendo una seña a Iona para que se acercara.

──Puedes sentarte dónde quieras.

La bruja asintió, cómo solo había presencia de deidades femeninas podía tener la total libertad de hacer cuanto quisiera, tomando asiento junto las diosas del panteón Indio quienes la acogieron felices.

──Atenea, te concedo la palabra.

La nombrada asintió caminando al centro del salón en un silencio algo curioso por saber cuál era la situación que requeriría la opinión y decisión de todas.

──Hace unas horas me enteré de una noticia. ──hizo una pausa.── Nike escapó. ──se dieron susurros ante sus palabras, algunas más ruidosas que otras en incertidumbre.── Pero logre encontrarla gracias a Afrodita.

La nombrada sonrió alzando su mirada por lo alto, degustando admiración a su imagen o envidia que era el sentimiento más mayor.

──Bien bien. ──la voz chillante y gatuna de la diosa Isis perteneciente al panteón Egipcio llamó atención.── ¿Cuál es el problema que causó esa criatura?.

──Lo que pasó. ──continuó la diosa griega de la guerra estratégica, sin inmutarse por ser interrumpida para sorpresa de todas.── fue que Nike perdió su don o más bien, lo entregó.

──¡Oh!. ──exclamó Parvati, asombrada como el resto.── ¡Imposible!.

──¡¿Cómo puede ser?!.

──¡Eso es una traición!.

──¡Orden!. ──el grito de la reina calló a todas.── Atenea, dejemos que hable la culpable por si misma ¿Te parece bien?.

La deidad asintió moviendo su mano derecha en una seña, haciendo que las puertas se abrieran para mostrar a una moribunda joven sucia, ella sentía cada mirada de su raza que juzgaba el más mínimo movimiento sumiso que ejecutara.

──Explícanos niña. ──ordenó Hera.── ¿Por qué has huido de tu hogar y concediste tu don a otro ser?.

Ella deseaba hablar, pero el temor de estar nuevamente en presencia de la reina le arrebataba su voz.

──Dilo.

Se removió ante la orden autoritaria de Atenea, agradeciendo que se encontraba arrodillada pues así ocultaba los leves temblores en sus piernas.

──Mis razones... ──mordió su labio inferior, retomando valor para alzar su mirada.── yo quería estar sola.

──¿No es para lo que sirve un hogar?.

──Ese no era mi hogar.

Hera ladeo su cabeza.

──Tienes que hablar más alto, si sigues en balbuceos tu opinión no será tomada en cuenta y escucharemos solo a...

──¡Ese lugar no era mi hogar!. ──su grito desesperado silencio cada rincón de la sala.── ¡Era una maldita prisión! ¡Nunca tuve un momento de paz ahí! ¡Sólo quería que me dejaran!.

──¿Y respecto a tu don?.

Nike agrando sus ojos al darse cuenta, había sido arrastrada por Hera para que fueran al tema que de verdad importaba, siendo su poder cómo diosa de la victoria.