Extra adyacente a próximo libro que tendrá como objetivo la continuación de la vida de Hult y Atom luego de Ángel 234. Un pasado de ambos, que ni ellos imaginaron, y un presente que jamás esperaron. ¿Cuánta oscuridad indeseada puede resistir el alma?
Muchos ángeles sólo arden en el infierno creyendo que es el paraíso, muchos demonios se mienten así mismos de ser ángeles.
Hult Sullivan.
Antes solía creer fielmente en que los momentos y las personas estaban destinadas. ¿Sí? Como escrito. Eso te tiene que pasar a ti, por alguna razón, para llegar a algún punto. Concretar una cosa. Aprender consecuencias. Creer eso me era un escudo para aceptar mi vida. Así, cuando todo era jodidamente pesado, yo sólo decía: Bueno, mira, seguramente sucede esto porque más adelante te espera algo mejor. A pesar que la vida me tragara a un poso, yo seguía pensando que era cosa del destino. Solo tenía que tener paciencia. Esperar una pequeña luz.
Un destello, de esos que te llaman diciéndote, bien, ya todo estará mejor. Un minúsculo rayo de sol, la esperanza para cualquier alma perdida. Siempre me consideré una. Un alma sin puesto. Esas que vagan buscando saciar un vacío incomprendido. Almas inconformes que solo se equivocan al querer llenarse con cualquier cosa que los haga sentir menos nada.
No estoy del todo seguro si todo seguirá marchando de esta forma, pero debería aprovecharlo mientras dure. Algo extraño de mi alma apasionada y terca, es que no creo en los finales felices. No lo sé, por qué, no sé. Y eso que siempre me forcé en conseguir el mío.
Porque al final, la pregunta es, ¿existe final?
Supongo que no. Todo continúa, altibajos, y mejoras. Nunca se sabe. Pero me siento bien, me siento feliz, extasiado. Nunca experimenté este momento de tranquilidad, donde solo te sientas y te das cuenta que estás donde siempre quisiste estar. No me quejo.
Y la vida... la vida te sorprende devolviéndote cosas buenas cuando das acciones buenas. Incluso impacta. Luego, te da una puta cachetada y un codazo en la boca del estómago, sólo para decir: tus cinco minutos de felicidad acabaron hijo de puta.
Sí, supongo que todo en mí fue ilusión. No existe esa mierda del destino, digo, ¿buenas personas viviendo una maldita vida miserable? Es jodidamente una porquería.
Pero, supongo, que... dentro de todo anhelé que fuese un sueño. Una pesadilla de esas las cuales Gwen siempre me despierta.
No... no... No es una pesadilla. Mis manos manchadas de la sangre de un extraño, Atom frente a mí sin un signo de remordimiento y un cuerpo desangrándose al frente de nuestros pies.
—¿Sabes en qué te convertiste? En un monstruo—mi mandíbula tiembla mediante la presión que aplico.
Atom delinea una sonrisa, la sonrisa más cínicamente fría que he visto. La borra de inmediato y se encoge de hombros, sin asco por tal momento.
—Nada nuevo de qué enterarse. Vamos, siempre lo he sido. O... se te olvidó hablar en plural, Sullivan —su distancia es suficiente para que pueda inclinarse a mi oído—Siempre— afinca la palabra —,lo hemos sido.
—Jódete —se escucha mi nariz congestionada.
—He estado jodido por mucho tiempo— ríe apenas —Pero ya no más.
El recto Atom, de fuerte creencias sobre las reglas, que evita problemas innecesarios y su opinión es basada en nunca desistir de quien se es, no estaba. No, esto no es él, o lo que mostraba. Lleva una sobrecarga de odio, más pesada de la que pudiese sobrellevar. Me confunde el por qué está haciendo esto. ¿El irritante pasado que tuvimos? ¿Callum? ¿Lo impulsa el dolor inherente de Annie?
Quizá todo eso acabó su esencia. No lo culpo, tampoco lo apoyo, probablemente me da miedo. Porque al frente de mí, hay una máquina asesina que no se detendrá hasta que se acabe a él mismo.
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Ángel 234(I&II)
RomanceUn caos apocalíptico, podría ser su definición. Eso era él. Cómo quizá podría ser un torbellino lleno de colores. Un desorden antinatural perfecto, lleno de oscuridad y desastres. Cada persona que cruza por nuestra vida hace un impacto. Y Hult Sulli...