Ángel 234(I&II)

Capítulo 21

Nota: escuchar In This Shirt de The irrepresibles, sin la canción el capítulo no tiene vida. Es muy importante

                       Capítulo 21.

Era un día soleado, de esos que piensas que un picnic concordaría con el clima. Quizás ir a la piscina, o estar en el centro comercial con tus amigos. Suelo decir cuán hermoso son los días así, lo feliz que me hacen. Pero hoy era la excepción. Todo se pintó de gris, aunque los colores llamativos estuviesen. Nubes cubrieron el cielo completo, aunque siguiera despejado. Y el sol fue absorbido por el mismo. Aunque el sol estaba ahí, brillando más que nunca.

En mi mente, sigue quedando la noche de ayer. En mi mente sigo corriendo por todo el campus. Mi mente sigue proyectado, cuando todos me miraron exaltados, al llegar a la fiesta pidiendo ayuda. Mis ojos buscaron a los de Callum, quizás con la esperanza que ese desastre que había en su habitación, no fuera por él. Que quizás era otra persona. Pero él no estaba ahí. Sigo proyectando como Pamela quebró en llanto, como todos se paralizaron.

La directiva subió a la habitación enseguida, yo les había seguido. Por supuesto, estaban horrorizados. Y Hult... Hult golpeaba una y otra vez la pared hasta que una de sus manos se quebró. Hasta que perdió la conciencia y se desmayó, dejando caer su peso en mi. Esa horrible escena de Callum. Otra vez tuve que presenciar una muerte espantosa. En mi mente siguen sonando las sirenas de las ambulancias. Las sirenas de la policía. El ajetreo de las personas corriendo de aquí para allá. De Pamela siendo sujetada por un oficial mientras forcejeaba y gritaba que quería verlo, que quería entrar. Entendí su dolor, también entendí el de mi chico a quien habían puesto en una ambulancia para estabilizarlo.

Así como así, Callum dejó de estar aquí. Así como así, lo habían puesto en esa bolsa negra para cadáveres y subido a una camilla.

No he dormido, realmente nadie lo ha hecho. La madrugada se basó en ser interrogados por la policía. Uno por uno. Primero a Hult, luego a mi. Pamela, Wells, Camille, Thomas. Todos sus amigos, las personas con que tuvo contacto antes de tal acto.

¿Podría recordar algún enemigo de Callum O'Brien? ¿Tendría en mente quién pudo haber hecho esto? No se preocupe, encontraremos al responsable.

Asentía y negaba con cada pregunta. Y yo solo les decía en mi mente, "no, no encontrarán al culpable" "jamás lo harán". No lo harían porque estaba más que claro que el culpable fue alguien perteneciente a la legión. El mismo de los mensajes amenazadores. Mensajes que fueron guardados por la policía. Tomaron mi celular y lo guardaron para la investigación. Buscaron el de Callum, pero nunca lo consiguieron.

Cuando el sol salió, ya nos habían dejado ir. No nos seguirían interrogando, porque no sabíamos nada. Porque ninguno tenía la culpa. Pero Hult seguía lamentándose.

"Me arrebataron a la única familia que tenía, y ahora yo se la arrebataré a él. Alma, por otra alma"

Ahora ya sabía a quién se refería. Se refería al castaño. Cómo no lo vi venir antes. ¿Cómo? ¿Sería Evan? Pero Dios, a Evan lo asesinaron los mismos de la legión. Y esos dos otros hombres, esos hombres que lo acompañaban. Beans y el otro, que nunca supe su nombre. Atom acabó con sus vidas, él mismo confirmó sus muertes. ¿Si no era ninguno de ellos? ¿Quién? Solo necesitaba una señal que me lo dijera. Oh dios.

"Todo está bajo control" Eso fue lo que me dijo el ojiazul. Y no, nada estaba bajo control.

Mis padres me habían buscado y me llevaron a casa para que pudiera cambiarme y tener que volver a salir para el funeral de Callum. Ahora estaba justo ahí, en ese cementerio. Seguía en el auto, llorando de a ratos. Mis padres me dejaron sola aquí en un momento de privacidad. A lo lejos los podía ver, charlando con Wells y Thomas. A lo lejos podía ver a Pamela, entre los brazos de Bailey, mientras lloraba. Todos estaban aquí. La directiva, Hank, Terry, estudiantes que se habían hecho sus amigos. Personas a las que no conocía, incluso estaba Atom.