Gwen Trainor.
Seguía en la misma posición, con Hult abrazándome y yo aferrándome a él, ¿Ya estaría muerta? No me sentía muerta, ni siquiera golpeada, no me sentía mal. Levanté mi vista por donde debió haber colisionado el auto. A unos cuatro metros de nosotros se hallaba con la parte delantera aplastada y humo brotando del motor. Chocó de frente contra un poste de luz. El auto estaba en frente de nosotros, pero ni siquiera nos rozó, no nos tocó en lo absoluto. Simplemente nos traspasó. ¿Cómo era eso posible? Debíamos estar peor que ese poste doblado, en cambio seguíamos intactos.
Las personas comenzaron a salir del instituto alarmados, todos los estudiantes, profesores y la directora. No era una alucinación, era real porque todo el mundo lo veía, veían el auto. El profesor Freeman junto a Thomas, fueron hasta el lado del piloto para auxiliar a la persona del accidente.
Me separé de Hult y lo miré fijamente haciendo notar mi confusión, trataba de comprender lo sucedido, buscarle las variables. Pero por más que buscaba una excusa para entender cómo era posible que el carro no nos haya tocado, no había nada, eso era imposible. Mi cuerpo seguía temblando del miedo, en cambio Hult estaba neutro, tenía su atención fija a lo sucedido. Esto era muy extraño, más extraño que lo que sucedió la vez en mi casa.
—E—Esto es imposible —titubee. Él seguía concentrado en la escena.
—Veré si necesita ayuda —se iba a ir, pero yo lo detuve jalándole por su camisa.
—Ya la tiene— señalé con mi dedo al montón de personas prestando su ayuda —¿No estoy loca verdad? El auto no nos tocó.
—Genial, tuvimos suerte— se alzó de hombros sin darle nada de importancia ¿Era broma?
—¿Tuvimos suerte? Eso no es suerte Hult, el auto está enfrente de nosotros.
—Por eso mismo, tuvimos suerte de que no nos haya arrollado. ¿No crees? —soltó irritado ¿Estaba demente? ¿No le parecía tan extraño como a mí?
—¡Exacto! ¿Por qué no nos arrolló si venía hacia nosotros? ¿No te parece extraño?
—Tal vez nos rodeó —claro, nos rodeó y volvió a posicionarse en recta nuevamente.
Lo tomé de la cara para que me prestara toda la atención que fuese posible. No era un sueño, no eran ventanas rotas, era algo que todos presenciaron, incluso él. No dejaría pasar esto por alto —Escúchame, por favor—supliqué. El chico frunció el ceño y asintió —El auto no giró, el auto nos traspasó. Nos traspasó como si fuésemos fantasmas.
Hult agarró mis manos y las alejó de su cara. Relamió sus labios y dejó escapar un suspiro.
—Olvida lo que pasó— musitó.
—Olvidarlo y ya, ¿así de simple? — expulsé una risita de estrés, negando una y otra vez con la cabeza.
—Simple, tú misma lo has dicho. Hay cosas que es mejor no saber, Gwen.
—¿A qué te refieres?
—A esto— hizo un movimiento con su mano indicando la escena.
—¿No ves lo extraño que es? Lo mismo fue con mis ventanas, tampoco tiene explicación.
—Seguían intactas, el miedo te dominó.
—Intactas, así como nosotros ahora. ¿Cierto? — desafié, no iba aceptar que Hult le buscara una vuelta irrazonable a los hechos.
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Ángel 234(I&II)
RomanceUn caos apocalíptico, podría ser su definición. Eso era él. Cómo quizá podría ser un torbellino lleno de colores. Un desorden antinatural perfecto, lleno de oscuridad y desastres. Cada persona que cruza por nuestra vida hace un impacto. Y Hult Sulli...