C A P I T U L O T R E S
Fabián.
— Ya Mackenzie, te toca. — Asiento, espero a que la modelo que salió vuelva, y cuando eso pasa me dan la señal de que ya puedo salir.
Acomodo mi vestido y trato de mantener la calma, estoy nerviosa, este no es cualquier evento, es un evento de caridad y no quiero arruinarlo.
— ¡Amore espera! — Me detengo en seco, y veo a Pamela corriendo hacia mí con Fabrizzio, mi maquillista favorito.
— ¿Sí? — Miro como de su bolsillo saca un labial rojo, y lo abre.
— Haz la boca como pez. — Hago lo que me dice y empieza a ponerme labial. — Ahora normal. — Hago lo que dice, y retoca todo con cuidado, para después poner un brillo.
Sonríe satisfecho. — Listo reina, domina esa pasarela. — Sonrió, y muevo mi cabello hacia atrás, me llega casi a la cintura, lo amo, pero debo de cortarle las puntas.
Corro hacia la entrada de la pasarela, me dan la seña de salida, y eso hago.
Apenas pongo un pie ahí, siento millones de flashes en mi rostro, pero sigo caminado y sonriendo, tal y como me enseñaron en la academia, me muevo de manera delicada y sutil, domino la pasarela y las miradas están centradas en mí.
Doy vuelta y vuelvo detrás de bambalinas, y empiezo a saltar muy emocionada.
— ¡Lo hiciste espectacular Mackenzie! — Empiezo a aplaudir muy emocionada.
[...]
Luego de todo el ajetreo, ya estoy entre la multitud, caminando entre la gente, saludando a otras, tomando fotos con otros y así sucede hasta que llegó a la mesa de mis padres.
Realmente los admiro, lograron levantar un imperio ellos solos, y eso jamás destruyó su matrimonio e incluso me atrevo a decir que en vez de dañarlo lo hizo más fuerte.
Sonrió y camino hacia ellos, pero antes de llegar siento que alguien me toma del brazo, y suelto un jadeo por la impresión, me giro hacia la persona que lo hizo y ruedo los ojos.
— Fabián, ¿qué quieres? — Mi ex novio, un imbécil, en nuestro quinto mes de noviazgo lo encontré en la cama con otra mujer, un tarado y su justificación fue "tu no me das más", sí, un imbécil con todas las letras.
— Tenemos que hablar, no me hablas desde hace un año, después de eso no te volví a ver, no me dejaste explicar nada, solo desapareciste. — Necesitaba tiempo para mí, así que en los 3 meses de vacaciones me fui muy lejos, y cuando volví lo ignoraba lo que más podía.
— No hables tonterías, tú y yo no tenemos nada de qué hablar, así que aléjate de mí por favor. —
— Hablaremos, pero no aquí, te buscaré después. — Y sin más se fue, bufo, es un imbécil.
Doy vuelta, pero me detengo en seco cuando veo esos enormes ojos azules viéndome, Hades está ahí, con mis padres, su mirada es completamente fría, pero esta tenso, se nota por la manera en que contrajo sus músculos y su mandíbula.
Cuando lo vi por primera vez, su mirada no era así, su mirada era de burla y de superioridad, ahora es fría, como si hubiera una barrera.
Muevo un poco mi cabeza, desechando todos esos pensamientos, y camino a la mesa.
— Mamá, papá. — Sonrió, ambos se voltean para verme, sus miradas se iluminan, y ambos se levantan para poder abrazarme.
— Preciosa, lo hiciste increíble. — Sonrió.
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Atracción desafiante. (+18)
RomanceHades Lombardi, un hombre de 1.92 de altura, es frío, calculador, y controlador. A sus 21 años, es un empresario codiciado no solo por su atractivo, sino también por su vasto imperio multibillonario. Sin embargo, muchos murmuran que su vida empresar...