Querido Diario
(Martes 23 de enero del 2018, 12:14 p.m.)
"Bienvenido enero"
Te cuento que estar en la universidad estás 3 semanas han sido toda una odisea. Conocí a un intenso que no me daba banda y Gabriel hacía de mi estadía un suplicio de vida. Los 1ros días él llamó, escribió y se dejó notar. Hasta me llevo a la universidad el lunes para luego escribirme el martes de la semana pasada. Hoy lo volví a ver y me dio un pequeño empujón a mi facultad. El domingo estuvo tan extraño porque hablamos (todo normal) pero sé que suele acercarse a la hija de Moisés cuando quiere contarle cosas y pedirle consejos, creo que es producto de mi imaginación pero me llama la atención de todas formas. Se disculpó conmigo por no haber llegado temprano, yo iba a abrir el culto pero que él llegara y me viera como que no lo hiciera no era algo que me importara pero a él sí...
Habiendo salido se detuvo a hablar con las personas que estaban en frente de mí y todavía me volteo para no tener que ver con eso, él estaba en frente de mí, medio bailando y en ningún momento dirigió su mirada a la mía. Es como si estuviera en un eterno "mírame" y eso me está hartando. Estúpido. Todavía te quiero y me gustas, déjame olvidarte en paz. ¿No era eso lo que querías? ¿Y si no era eso entonces qué diablos quieres?
Eres demasiado cruel e injusto conmigo y es como si en algún punto te hubiera hecho algo por lo que estoy pagando con mi corazón. ¿Crees que es fácil verte feliz como si yo hubiera sido un impedimento para eso? ¿O que es fácil fingir que ya no siento nada? Una parte de mí está tan molesta y harta de tu persona, siento como si quisiera que el diablo te lleve pero sin que yo me dé cuenta. Me pregunto porque tocaste y mantuviste tu mano en mi rodilla por lapsos de algunos 5-6 segundos el domingo, varias veces. En serio, Valerie los vio y se quilló con cada vez que lo hiciste. Conté como unas 7 veces, fue hasta involuntario de tu parte
Gabriel, siento como si resolviéramos las cosas a medias. Siento que debimos dejar todo contacto y volver a encontrarnos ya rehechos (o por lo menos yo, porque tú estás mejor que nunca y te felicito). Siento como sufro sola, me siento estúpida nueva vez.
Oigo las palabras que dije en el altar y quise que estuvieras ahí para puyarte con ellas pero me doy cuenta que las palabras han sido para mí. Quisiera hablar contigo como antes, te extraño tanto pero estoy tan cansada de ti que si vuelves creo que te golpearé. He orado por ti, demasiado. No pido que vuelvas pero que si lo haces ya no sea tarde y que sea para siempre. Odio despedirme de quienes me importan pero no me dejas elección.
A partir de hoy, prometo desaparecer de tu vida. Nos veremos por casualidad, no saldré contigo, no iré por la mañana, no te responderé nada de lo que digas o mandes, no me interesa tu amistad. Es más dolorosa que cualquier cosa. Te quiero tanto pero me quiero más a mí. Tu amistad se ha vuelto una pared llena de moho que empieza a cobrar un hedor que no estoy dispuesta a soportar.
Aun así quiero que vuelvas arrepentido, tengo cosas para decirte. Muchas cosas. Ya ni siquiera me importa cuánto me duela esta decisión, he pasado por mucho. Ni siquiera me importa si te duele. Tú me hiciste muchas promesas y todas están rotas, no conservaré los pedazos. No estoy tan loca. Ya me dan igual tantas cosas, tengo tanta tarea que me quita el sueño y he hecho tantas amistades que creo que me sobran tus sobras.
Y es que no entiendo, nunca voy a entenderte. Me pides espacio pero no me lo das, dices que nunca fallarías, que no serías capaz de herirme, que no cometerías los mismos errores que tu hermano y fue lo último que hiciste. Teníamos todo lo que queríamos pero llegó ese punto donde yo ya no soy suficiente para ti y me confundes con tus acciones obligándome a actuar para al final ¿qué? Estoy muy decepcionada de ti como nunca antes.
Gabriel déjame en paz.
Donde quiera que voy todos preguntan por ti o estás ahí o encuentro cosas que tengan que ver contigo. Cuando creí que tendría paz en mi casa me encuentro con mensajes tuyos y con tu maldito carnet de la universidad guardado en una caja (caja que no boté porque había cosas de valor ahí). Pensé devolvértelo pero no me iba a dar el lujo de hacerte creer que lo guardé, lo boté cuando llegué a mi facultad.
Estoy más resentida contigo de lo que nunca lo he estado con nadie, y le pido perdón a Dios por eso pero me enojas tanto como que la gente me hable cuando tengo migraña. Si vuelves a molestarme no creo que tendré la paciencia para aguantarme decirte un par de vainas. Te daré hasta el día de mi cumpleaños para no darle mucha importancia a tus acciones pero si no es producto de mi imaginación que tratas de llamar mi atención o que saque el tema a coalición, vamos a tener problemas. Serios problemas Gabriel José.
Con cariño,
Mariella.
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Where do broken hearts go?
RomanceMi nombre no es Mariella, pero en este libro cuento mi historia. Cuando tuve 17 años me enamoré por primera vez y rompieron mi corazón. No sabía a dónde ir o con quien hablar, sentí que las personas ya se habían hartado de mí, comencé a escribir, co...