(Miércoles 27 de diciembre del 2017, 11:27 a.m.)
Querido Diario:
No sabes las ganas que tenía de escribir de nuevo. A la madrugada quise volver pero me dio pereza, ni siquiera quise leer lo que había escrito ayer. Ahora, volviendo al tema, anoche me quedé hablándote de Khan. Khan es el apellido de mi ex y te hablaré de él en algún capítulo más adelante.
Sigue pasando enero del 2016 y Gabriel sigue siendo mi amigo pero sigo sintiendo la confusión de si le gusto o no. Sigue pasando el tiempo y un día decidí hablarle, aprovechando que nunca habíamos hablado por chat, y le hablé. Gabriel me dice que había querido hablar conmigo y que tenía algo urgente que decirme, me preocupo y le pregunto, entonces él me dice que a la persona que le gusta le dijeron de sus sentimientos a ella y yo me quedo como "a mí nadie me ha dicho nada", así que toda mi confusión llegó a su final ese día, el día que me dijiste que te gustaba Raven (aprovecho para recordarte que nunca quisiste revelar su identidad pero estabas tan vulnerable aquel día que no fue difícil hacerte una pequeñita manipulación para que me lo dijeras) (aprovecho para pedirte perdón por todas aquellas veces que conscientemente te manipulé). Continuamos con el tema de Raven y era evidente que las posturas que ella tomó hacia tus sentimientos te dolían, por lo que, en contra de una parte de mi voluntad, decidí quedarme. Decidí quedarme porque aunque me sintiera herida tras la confusión impuesta por ti mismo, aún eras mi amigo y estabas pasando por un mal momento y verte mal me dolía. Me dolía más que nada ver que te sintieras mal por culpa de una persona que no estaba sintiendo absolutamente nada de lo que tú estabas sintiendo, que nunca lo iba a sentir y que probablemente nunca lo sentiría (como yo ahora mismo).
Admito que tuve miedo de que Raven en algún momento de tu dolor se diera cuenta de la gran persona que eres y que te quisiera de la forma en la que yo hace tiempo ya te quería. Admito que fue muy duro para mí verte mal, leer tus conversaciones, verte llorar mientras te recostabas en mi hombro izquierdo y me decías una y otra vez "Mariella eres mi mejor amiga". Admito que aunque te sufrí, no te sufrí tanto como debí porque, como dije antes, hablaba todos los días con Khan y él me mantenía ocupada en la semana. Hablar con Khan mientras me dolías sopesaba todo el dolor pero aun así se asomaba el miedo de que él me volviera a gustar, así que tomé todas mis fuerzas y puse mis sentimientos por todos en pausa. Sentía que debía sacarte de mi corazón pero tenía miedo de que Khan volviera a entrar, porque sabía que él nunca había llegado con intenciones de ser solo mi amigo. Luego de 3 años de no haber sabido de él, llega diciendo que me extraña y que si no me molesta que hablemos, obviamente dije que no y era por el sencillo hecho de que a los 13 años dejé muchas preguntas sin responder por su culpa y debía aprovechar que él volviera para atacarlo con ellas como yo fui atacada. Cumplí mi cometido.
Dije que hablaría de ese hombre luego, no te desesperes. Me acabo de dar cuenta que escribí parte de la historia como si se la estuviera contando a Gabriel. Bueno, continúo.
Tras poner mis sentimientos en pausa, me dediqué libremente a escuchar a Gabriel siempre que me necesitó y darle todos aquellos consejos que al principio reprimí porque no iba a contribuir a que él estuviera con ella. Pensemos ¿quién en su sano juicio va a ayudar a la persona que le gusta a estar con otra persona? ¿Y e' fácil? Seré yo suicida. En fin, vi a Gabriel cada vez sentirse mejor, lo vi dejar por si solo el tema y volví a ver ese Gabriel que me había sido arrebatado por la tristeza.
En mayo Gabriel y Enrique se quedaron a dormir en mi casa (hablaré de esa noche más adelante). Siguió pasando el tiempo, aunque me dediqué a ser su amiga, sabía que conservaba el resentimiento de haber sentido que él gustara de mí cuando no era así pero que no tenía las fuerzas para reclamarle por miedo a que me dijera cosas que me hirieran más que sus antiguas acciones, así que me fui donde mi abuela 3 semanas (debo destacar que 1. Nunca voy donde mi abuela más de una semana, 2. No le dije nada a nadie y 3. Que había planeado alrededor de 4 salidas con Gabriel en ese momento, a las que falté por estar donde mi abuela). En ese tiempo fui tan feliz, me desconecté de whatsapp por la mala señal y solo hablaba con Juliette y con Alice a veces. Juliette se encargaba de mantenerme al tanto de lo que sucediera, aunque yo le dijera que no me interesaba y menos si tenía que ver con Gabriel. Ella se reía y me hacía caso omiso alegando que soy orgullosa, a lo que nunca le presté atención. Verla llegar los sábados con el chisme de que Gabriel se sentía solo y que se quejaba por mi ausencia, más que alegrarme, me incomodaba. Me incomodaba porque yo merecía unas vacaciones de tu persona, Gabriel yo solo te estaba huyendo, ¿que no ves que intento apagar completamente mis sentimientos a tu persona? Los domingos eran peores porque entonces al primer domingo de faltar Alie me llamó y me dijo que Gabriel se había regado y cuando me lo puso, el muchacho me llamó la atención, me dijo que la silla que me guardó tenía telas de araña y que si no planeaba volver, y yo le respondí "sí, nos vemos luego, bye".
ESTÁS LEYENDO
Where do broken hearts go?
RomanceMi nombre no es Mariella, pero en este libro cuento mi historia. Cuando tuve 17 años me enamoré por primera vez y rompieron mi corazón. No sabía a dónde ir o con quien hablar, sentí que las personas ya se habían hartado de mí, comencé a escribir, co...