(Viernes 16 de febrero del 2018, 8:06 p.m.)
De verdad deseo estar bien. He escrito muchas vainas en el diario de que ya estoy bien y eso pero creo que estoy en una etapa de transición entre sentirme bien y extrañarte. Ya hasta me da vergüenza hablar de esto con mis amigas, es como si no tuvieras punto final y solo te imagino en mi mente y recuerdo una y otra vez todos y cada uno de nuestros momentos juntos. Camino por la universidad con el miedo de encontrarte. Tengo tanto miedo de verte, me das miedo Gabriel.
Sé que dije que no te veía como el villano que me rompió el corazón y que te perdoné pero te has convertido en eso que prometiste destruir, por lo menos para mí. A veces siento que no te perdono y que me resiento contigo y de verdad intento con todas mis fuerzas que no sea así. Estoy tan resentida con todo y todos que siento que hasta Dios está pagando por los platos rotos cuando debería estar más aferrada a él que nunca. Mañana y el domingo me toca abrir el culto y la verdad es que tengo tanto miedo y resentimiento en mi ser que no quiero hacerlo. Siento que aún te quiero y no parece querer borrarse de mi pecho todo aquello que solía sentir.
No había escrito en el diario porque también me daba vergüenza admitir todo lo que estoy escribiendo; no quería escribir hasta que estuviera completamente bien de tu persona. Gabriel te extraño más que nunca. Siento que cuando estoy en problemas o estoy triste o solo quiero hablar te quiero llamar. Como me arrepiento de no haberte hecho caso cuando me decías que pude haberte llamado todas esas noches que no pude dormir. Y hay muchas canciones que me recuerdan a ti, y lloro todo el tiempo. Maldición estoy adelgazando. Sí era lo que quería pero no quiero estar tan delgada que luego el mundo no sepa quién soy, todos mis pantalones se me caen y me he convertido en alguien fatal. Estoy jugando con los sentimientos de 4 personas aproximadamente (digo aproximadamente porque hay uno que es un caso complicado y extraño).
Y es como que si uno me deja de hablar me da igual porque hay otros que me tendrán entretenida. Lo peor es que uno de ellos tiene novia y que están a punto de terminar, y que ya está haciendo planes con mi persona. Este carajito se convirtió en mi favorito porque hasta las madrugadas me hace de vez en cuando pero siento que todo lo que hace es en vano porque no me gusta en absoluto. Te sorprendería saber quién es.
Ay pero con todo y todo me curo pilas. El 2do favorito es un real amor de persona y van varias veces que me pide que sea su novia y solo me sale decirle que aún no estoy enamorada de él que solo me gusta (mentira total) y él es tan tonto que me cree. El otro es más intenso y no entraré en detalles porque este no es tema de niños pero para darte una idea el pana me pide que le mande nudes o que le permita que él me los mande. Obvio le digo que no y por su fuego tuve que soltar esa vaina. Ese era el complicado. Aún me rio mucho con él en clase.
Aún recuerdo todos nuestros planes. Nos casaríamos en 4-5 años, viajaríamos sin equipaje, nos querríamos todo el día, todos los días. Es difícil decirle a corazón que deje de esperarte porque no volverás porque él sabe que quizás le esté mintiendo y guarda esperanzas en ti...
Haré ejercicio, quiero despejar mi mente o repartir equitativamente el dolor a otras zonas de mi cuerpo que quizás lo necesiten más que mi pecho. Por si te queda la duda, aún eres mi mejor amigo, por eso duele.
Te juro que si mi corazón tiene razón y es que vuelves estaría tan shockeada que no sabría si abrazarte con todas las fuerzas que tengo o darte un golopón con la misma intensidad. Hasta ver a Pablo me afecta, y eso, que lo veo a cada rato. Otra cosa que me tiene en jaque es que he desaparecido de tu vida y no pareces darte cuenta. Lamento de todo corazón todo lo que sucedió y que por culpa de nuestra ruptura el grupo se haya dividido.
Con cariño,
Mariella.
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Where do broken hearts go?
RomanceMi nombre no es Mariella, pero en este libro cuento mi historia. Cuando tuve 17 años me enamoré por primera vez y rompieron mi corazón. No sabía a dónde ir o con quien hablar, sentí que las personas ya se habían hartado de mí, comencé a escribir, co...