(Sábado 17 de febrero del 2018, 10:03 p.m.)
A veces recuerdo ciertos momentos con mucho amor, no sé si ya los conté pero aun así quiero hacerlo:
1. Recuerdo una ocasión en que estábamos sentados en el mueble de la casa de mi abuela y hablábamos de nuestros viajes. Recuerdo que dijiste que querías tomarte todo un año para viajar, yo te dije que eso sería demasiado tiempo y que tendríamos que andar con una súper maleta a lo que respondiste que no sería necesario. Te miré extrañada y comenzó una mini discusión sobre las cosas que debemos llevar, mientras que a todos mis peros les tenías la respuesta ideal. Dijiste que no necesitábamos maletas, que todo se compraba en el camino, que no me preocupara por absolutamente nada, que solo disfrute del viaje y de tu compañía. Al no tener como refutar tus argumentos me quedé en silencio y creo que hasta se me aguaron los ojos, tú preguntaste si me pasaba algo y yo te dije que eras demasiado y que no sabía que había hecho bien para merecerte y que me quisieras tanto. Tú solo respondiste que el que no sabía eras tú y que podían haber un millón de chicas en el mundo, muy bellas pero que ninguna sería capaz de mirarte como yo lo estaba haciendo en ese momento y que mientras te mirase así serías el hombre más feliz de la tierra, entonces acariciaste mi rostro y yo te besé. Acepté viajar contigo sin fecha de regreso, sin preocupaciones y sin equipaje, solo contigo y sonreíste, así que nos besamos de nuevo.
2. Recuerdo una ocasión en que me confesaste haber hecho ciertas cosas mientras estabas en el colegio y jugabas reto o verdad (cosas que dejaré en la sección de nuestro consumo personal). Una de tus confesiones me dejó algo impactada al borde de no querer hablar contigo de inmediato y solo me salió decirte que no te podría mirar igual de nuevo porque nunca esperé algo así de ti, pero lo pensé mejor y me di cuenta que ni tanto me sorprendió así que chilee. El punto es que te asustaste y cuando se acabó el culto diste un par de vueltas y al final te acercaste a mí desesperado, te sentías mal y me tomaste del rostro pidiéndome que te perdone. Yo me reí y te dije que no me habías hecho nada, pero estabas convencido de que sí me habías ofendido pero que me contaste esas cosas porque confías en mí y eran secretos muy profundos tuyos. Traté de convencerte de que no me habías ofendido y al ver que no reaccionabas a mis estímulos te pregunté la razón de que no creyeras que no estaba molesta contigo, entonces bajaste el rostro y me dijiste que había dicho que no te podía mirar como antes. En ese momento no supe si reírme o abrazarte. Qué lindo te viste, una de mis escenas tuyas favoritas. Sé que te dije que no hablaba en serio, que tu pasado es pasado y que te quería hoy y ahora por lo que eres, no por lo que hiciste y que te daría un favor si no estuviéramos frente al altar. Me abrazaste aliviado.
3. O aquella vez que estábamos en casa de Valerie, que estabas dormido y yo tiré todas mis cosas en el suelo solo para mirarte un ratito. Pensé en despertarte tocándote en la pierna pero Enrique me dijo que te despertara dándote un beso. Eso me dio mucha risa pero tenía razón, ¿por qué no? Así que me subí a la cama procurando que no te despertaras y besé tu mejilla. Tú te despertaste y me abrazaste. Todavía nos paramos de la cama y no podías dejar de abrazarme, besar mi rostro y sonreír
Hoy te vi. Déjame decirte que estabas muy hermoso. Y saliste bien en el vídeo pero eso no quita que me haya dado "cosita" verte.
Con cariño,
Mariella.
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Where do broken hearts go?
RomanceMi nombre no es Mariella, pero en este libro cuento mi historia. Cuando tuve 17 años me enamoré por primera vez y rompieron mi corazón. No sabía a dónde ir o con quien hablar, sentí que las personas ya se habían hartado de mí, comencé a escribir, co...