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Akihiro y el jardín de Amapolas

10 días  habían pasado después de haberse enterado de aquella horrible noticia por parte de Kirishima.
 
Ya había planeado hablar con el psicólogo de Akihiro,  Todoroki Shoto; un omega especialista en psiquiatria y psicología infantil, el cual se encargaba de los problemas adquiridos por el menor tras el abandonó. 

Pues aunque esto había ocurrido cuando era pequeño, el lobo interno del menor parecía resentirlo.

El problema ahora; era que Bakugo estaba molesto con dicha persona pues le había dicho que Akihiro necesitaba de su "madre", Bakugo se negaba rotundamente a ello, para él Izuku había dejado de ser fundamental en cuanto se fue.

Además si el no cedía ¿Cómo carajos debía intervenir?

—Papá, el Tío shoto dijo que no debes gritar, —La voz de su pequeño reclamándole tranquilamente estaba ahi.—¡Tus gritos me molestan mucho!

Bakugo inhalo, exhalo, contó hasta 30; necesitaba calmarse. Pero, no lo conseguía.

—Mira cariño, en estos momentos papá está muy, pero muy enojado. Sal de la oficina del tío y busca a la sabelotodo para que vayan a jugar.

—Es mi esposa y su nombre es Yaoyorozu, Bakugo.

—¿¡Tengo cara de que eso me interesa en este momento?!

El pequeño asintió y salió de la oficina, dejando atrás a ambos adultos discutiendo. Realmente odiaba los ruidos fuertes y la voz de su padre era bastante ruidosa. Aunque él no se quedaba atrás cuando se enojaba.

A veces se preguntaba como era su  papá omega; ¿o madre? Le parecía algo confuso como referirse.

Tal vez era igual de gruñón que su papá Suki, como solía llamarlo cuando era aún más pequeño, ¿Tal vez su mamá era igual a la tía Momo? ¿O al tío Kirishima?

Realmente tenía mucha curiosidad.

Camino por el pequeño hospital que ya conocía bastante bien; por las constantes citas que solía tener.

Ubico a  Momo junto a uno de sus pacientes, el niño a su lado lloraba mucho, así que decidió que la mejor opción era no acercarse ahí.

Junto a su padre; como parte de una terapia, había ayudado a construir un pequeño jardín en aquel hospital donde se hallaban unas flores a las que su padre nombraba como Amapolas.

Katsuki sabía que siempre lo encontraría ahí pues el pequeño jardín era como su refugio; o más bien era su fuerte, solía esconderse ahí cuando se sentía solo o confundido, Bakugo le había dicho que estaba bien hacer eso, qué él siempre lo encontraría y lo consolaría, que jamás se iría de su lado.

Aquel lugar casi siempre estaba vacío únicamente entraban las personas que eran nuevas siendo tratadas ahí o quienes iban a pedir informes.

Fue entonces que vio algo que le llamó la atención entre tantas flores rojas había un verde distintivo asomándose, y al ver  más de cerca noto que aquello parecía cabello.

El pequeño se acercó con curiosidad y fue cuando observó a un hombre  el cual parecía ser delicado, poseía pecas en el rostro, sus ojos eran brillantes y claros del mismo color del cabello, su piel parecía ser muy suave y blanca; era como si aquel hombre brillará en la luz del sol.

Cuándo aquella persona lo miro sintió algo extraño retorcerse en su estómago no sabía si era agradable pero le parecía cálido algo que nunca antes había sentido más que con su padre. El extraño se acercó a él y no supo que hacer; debía irse o buscar a su padre de inmediato, sabía muy bien que no debía hablar con extraños.

—Hola pequeño, ¿Estas perdido?—Akihiro negó con la cabeza, no queriendo hablar con el "extraño", el cual pareció hacer una mueca.—Estoy buscando a Todoroki Shoto, ¿Sabes donde puedo encontrarlo?

Oh cielos, aquel extraño estaba buscando a su querido tío ¿y si pensaba secuestrarlo? ¿Qué haría? ¿Su papá lo ayudaría? no, definitivamente no.

Su papá estaba enojado con su tío.

Pensó un poco más las posibles soluciones y decidió que lo mejor era dejar al extraño ahí y salir corriendo, si eso haría.

Corrió rápidamente para buscar a su tía Momo, ella sabría que hacer y si no sabía, su padre se haría cargo, sabia que era mejor que todos esos extra.

Sin darse cuenta de que el extraño lo estaba siguiendo.

—Tía Momo ¡Quieren secuestrar a mi tío Shoto!

Yaoyorozu solo río un poco, las ocurrencias de los niños eran bastante raras hoy en dia. La chica miró al joven que llegó detrás de él pequeño, al cual aparto con una pequeña sonrisa.

—Cariño, dame unos segundos—Susurro al menor, poco después sonrio ampliamente y se dirigio al joven que habia ingresado—Buen día, ¿En que puedo ayudarlo?

ALFAS BOBOS 💚 KATSUDEKU 🧡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora